La peor edición con las mejores audiencias
Llevábamos tiempo en La Palomita resistiéndonos a comentar algo de lo que se está cociendo actualmente en Telecinco. Pero sinceramente, lo dejan tan a tiro de piedra, es tan sencillo el insulto tanto gratuito como el ingenioso, que resulta prácticamente imposible dejarlo pasar. Por supuesto, con este primer párrafo me podría dirigir a casi toda la programación de la cadena amiga (la lamentable vuelta del caso Ylenia, el fichaje de la Pantoja, el nuevo programa de la Esteban, el programa donde los espíritus de los muertos acuden a un plató…) pero lo que ahora está dando los mejores picos de audiencia a Telecinco es la actual edición de los freakvivientes, perdón Supervivientes.
Esta edición está rompiendo barreras y moldes por doquier, dejando a cualquier otro programa de la cadena de Vasile (quién últimamente parece dedicado a la comedia soltando frases como que Belén Esteban fue propulsora del movimiento 15 M) digno de la firma HBO. ¿La clave del éxito? La teoría de Telecinco y su retroalimentación. La cadena de Sálvame se las ha arreglado para que nunca más la audiencia de los programas del corazón dependan de los nuevos follones que puedan liar los clásicos Cayetano Rivera, La Campanario y toda esta gente que tantas horas de televisión nos han regalado. La idea es simple: generar basura entre los propios colaboradores de la cadena o bien enfrentar programas entre sí; que si Sálvame contra Enemigos Íntimos, que si la hipócrita Maria Teresa Campos se coge un cabreo de los buenos en Sálvame y a los cinco días vuelve como si nada cuando el pescado ya está vendido… Por lo que esta edición de Supervivientes ha sido una prolongación más que alimenta a todos los polluelos de este nido de águilas. El resumen en el fabuloso programa de crónica social que es AR, luego el debate en Sálvame, para finalmente ver como los concursantes que han salido del concurso se tiran los trastos a la cabeza en Enemigos Íntimos ( ese programa de las fichas de ajedrez, que sin embargo no tiene en absoluto que ver con nada que requiera inteligencia).
Desde luego, nombrar a Jorge Javier Vázquez presentador del programa ya fue todo una declaración de intenciones, y es que los directivos de Telecinco tontos no son. Lo cierto es que Supervivientes es un reality que me resultaba entretenido siempre y cuando la supervivencia y el reto físico sea el objetivo del juego (quizás algún pique momentáneo por ser un poco morbosillos). Sin embargo, Jorge Javier ha cogido el formato y lo ha convertido en una mutación malforme de Sálvame donde las reglas cambian cada día y los chillidos, las riñas, las peleas, las expulsiones son constantes. Además, la peor desgracia de todas es que de nuevo gracias a la cadena amiga han resucitado a uno de los personajes televisivos más infectos que existen, Aida Nízar. Al igual que Toni Genil o Sonia Monroe son personajes que ya estaban olvidados para deleite de muchos, pero Telecinco tiene corazón para todos y decidió alistarlos en la caravana del circo.
Pero si hay que rescatar un momento de la presente edición es evidente el encuentro de la Pantoja para dar la bienvenida al “humorista o motivo de burla” (no conozco la diferencia cuando hablamos de este personaje) de su hijo. Para gloria o desgracia de nuestra televisión, este momento quedará grabado donde la famosa tonadillera entierra el hacha de guerra tras años y años de sufrir el acoso mediático del Tomate. Pero, ¿Quién dijo que el dinero no hace amigos? Desde luego aquí tenemos el ejemplo de Jorge Javier y la Pantoja, que liman esperezas si el guión y un gran fajo de billetes lo requiere y es que como decía el gran Freddy Merculy, The Show Must Go on (El show debe continuar).
¿Lo que más pena nos da? Ver como una profesional como Raquel Sánchez Silva baja a los infiernos catódicos del chanchullo y la improvisación tras presentar con solvencia y encanto precisamente un derivado del Supervivientes original, Pekin Express. ¿Lo próximo? Algún Resistire ¿Vale? o similares. Una pena de carrera desperdiciada.
PD. Ya que estamos en las aguas pantanosas de Telecinco, a ver si alguien me resuelve una duda: Si la “prestigiosa” médium de Más Allá de la Vida se encuentra con un espíritu de alguien que habla tan solo suajili por ejemplo, ¿Cómo narices es capaz de entender lo que le está diciendo? ¿A caso los médiums y los espíritus se comunican con un idioma universal? Porque en Ghost la señora Goldberg hablaba en su idioma natal. A ver si Más Allá de la vida va a ser un timo…