Revista Cultura y Ocio
Una buena forma de evadirse de los problemas del día a día es asistir a una jornada de Agility. En mi caso, que adoro a los perros pues el disfrute es doble. Recientemente estuve en dos de dichas jornadas. Normalmente las jornadas de Agility se hacen en dos días, pero el segundo día es el decisivo para los perros ganadores aunque los trofeos y medallas para quienes no participamos es lo de menos. Para quien no esté familiarizado con el término de Agility os comento que es un circuito donde el perro salva los obstáculos por orden según le va indicando el entrenador. Es muy divertido ver como cada perro participa. Gana el que lo haga en menor tiempo y sin fallos. Lo normal es que el ambiente sea relajado y tranquilo (menos por algún que otro ladrido de algún perro) pero los dueños tratan muy bien a sus perros y si son eliminados o lo hacen en mayor tiempo les felicitan y dan chuches igual (menos algún otro competitivo que se enfadaba si el perro se equivocaba)
Estas jornadas se suelen hacer por toda España y para verlo es de entrada libre, así que os animo, si sois amantes de los animales o si os apetece ver algo muy curioso, que os acerquéis cuando haya uno en vuestra ciudad, y lo viváis vosotros mismos, ya veréis que mañana de sábado o domingo tan agradable pasáis.
Fotografías: la primera es de un perrito que no participaba pero era precioso y muy cariñoso. Las siguientes de la primera competición (no os perdáis la última foto de la serie, del perro-turbina que parece que no tiene ni patas, es muy gracioso. Las dos últimas fotos son de la segunda competición a la que asistí. El beagle era muy gracioso, salió a competir y no tenía ningunas ganas y en vez de saltar el primer obstáculo pasó por debajo y se fue a oler las plantas...