Revista Deportes
Faena de Jose Luis Moreno a un Victorino en La Magdalena de Castellón. Hasta hoy, el toreo más caro de la temporada.
Así lo vió Javier Vellón:
El cordobés estuvo importantísimo a lo largo de toda la faena al 1º. Desde que lo recogió con el capote, bajándole la mano y sacándoselo a los medios, hasta la manera de ponerlo en suerte para el tercio de varas, Moreno rindió tributo a la lidia, ese compendio de normas técnicas cuyo fin es domeñar la casta brava. Ha sido el único ejemplo de toda la feria, quizá porque ha habido poca bravura que encauzar.
A continuación, su faena de muleta rezumó torería, en las dos series de naturales de inicio y en las de redondo posteriores, llevando siempre muy toreado a un animal que, pese a su nobleza, no era la tonta del bote. Temple y buen gusto, dominio y profundidad en lo que, sin duda, ha sido el trasteo más importante del ciclo, que el público no supo recompensar.
Germán Adsuara escribió:
En una corrida con la mayoría de los toros malos, Moreno se enfrentó a uno de los menos malos, que no bueno. Y le planteó la pelea como si de bueno se tratara, haciendo caso omiso a los avisos que el de Victorino le iba lanzando, sobretodo por el pitón derecho. El cordobés toreó largo y ligando, escapándose en cada muletazo de la cornada que al final acabó cobrando. Y cobrando pero bien. Era una tragedia anunciada. Es el precio que, de vez en cuando, pagan los héroes.