José Mariano de la Riva Agüero y Sánchez-Boquete, fue presidente de la República. Nació en Lima el 3 de mayo de 1783. Hijo de José de la Riva-Agüero y Basso della Rovere, superintendente de la Real Casa de Moneda de Lima, y de María Josefa Sánchez-Boquete y Román de Aulestia, limeña. Viajó a España para completar su educación, pero los acontecimientos derivados de la usurpación napoleónica llamaron su atención y se trasladó por un tiempo a Francia. Nuevamente en Madrid tomó parte en las batallas contra las tropas francesas en Guipúzcoa, Burgos y Córdoba. Volvió al Perú en 1810 con el nombramiento de contador ordenador del Real Tribunal de Cuentas de Lima y con el ánimo predispuesto a favor del movimiento independentista. Se relacionó con diversos grupos de patriotas en Lima y mantuvo activa correspondencia con los de Chile y de Buenos Aires. Publicó en 1818 una “Manifestación histórica y política de la revolución de América”, en la cual expuso veintiocho causas que justificaban la insurgencia contra el régimen virreinal. Fue confinado en Tarma por orden del virrey Joaquín de la Pezuela, hasta su traslado a España, pero logró unirse al ejército de San Martín y, luego de la ocupación de Lima (9 de julio de 1821), se le reconoció el grado de coronel de milicias y se le nombró prefecto de Lima. En setiembre de 1822 San Martín decidió removerlo de dicho cargo por haber expulsado al ministro Bernardo de Monteagudo en su ausencia.
Nombramiento de Riva Agüero como presidente de la república
Jose de la Riva AgüeroEl ejército, encabezado por el general Andrés de Santa Cruz, presionó al Congreso para que lo nombrara presidente de la República el 28 de febrero de 1823 y, casi inmediatamente después, se le ascendió al rango de gran mariscal. Durante su gestión se abocó a una labor de organización y mejoramiento del ejército y de la marina. Creó la escuela naval, estableció un permanente bloqueo de la costa para defenderla de las incursiones realistas, hizo efectivo el empréstito conseguido por San Martín en Inglaterra y solicitó la ayuda de Colombia y de Chile para consolidar el proceso de independencia. Dispuso el embarque de la segunda expedición a intermedios (14 a 25 de mayo de 1823), al mando del general Santa Cruz, que reforzó su dominio en el Alto Perú. Ante el ataque de Canterac a la ciudad de Lima, ordenó el traslado del gobierno y las tropas a las fortalezas del Callao (16 de junio de 1823). El 19 de junio las fuerzas españolas ocuparon Lima, por lo que el Congreso reunido en el Callao decidió encargar el mando militar al general José Antonio de Sucre y trasladar a Trujillo los poderes ejecutivo y legislativo.
Destitución de Riva Agüero como presidente de la república
Una comisión integrada por los diputados Olmedo y Sánchez Carrión viajó a Guayaquil a solicitar la colaboración personal de Bolívar y se decretó la destitución de Riva Agüero, quien declaró ilegal al Congreso (19 de julio de 1823). Finalmente fue apresado por el coronel Antonio Gutiérrez de la Fuente y desterrado a Guayaquil en noviembre de 1823.
Nombramientos y destierros de Riva Agüero
Pasó a Europa donde buscó apoyo para destruir el poder español en el Perú “si llegase Bolívar a desaparecer”, permaneciendo allí hasta 1828. Se estableció por esa época en Santiago de Chile y recién en 1831 pudo volver al Perú. Consiguió recuperar su rango de gran mariscal y ser elegido diputado por Lima, pero al mismo tiempo alentaba su antigua ambición de recuperar el poder. El gobierno de Salaverry lo volvió a desterrar a Chile (1835), aunque casi de inmediato Orbegoso lo nombró ministro plenipotenciario. A su regreso, en 1838, fue nombrado presidente provisorio del estado Nor-Peruano hasta la disolución de la Confederación Perú-Boliviana. Desterrado a Ecuador, permaneció allí hasta 1843. Nuevamente en Lima se apartó de toda actividad pública, dedicándose a las labores agrícolas y a la redacción de sus memorias. Murió en Lima el 21 de mayo de 1858.
Casa de Jose de la Riva Agüero