Revista Arte

Joseph Bueys: Cada hombre es un artista

Por Sandra037

Hace poco conocí a una persona a seguir, un ejemplar de gran artista, una figura con ideas y conocimientos profundos;  pero a la vez todo lo que pensaba del arte, cayó hacia un océano de dudas, cuatro años estudiando lo que más me gusta y en un solo momento llegó él y todos mis pensamientos acerca del arte cambiaron; ya lo veo con otros ojos, aunque jamás me dejará de sorprender. 

JOSEPH BUEYS. En 1940, finalizado el bachillerato y cuando pretendía estudiar medicina, es llamado a filas.  En el invierno  de 1943, durante el ataque a una base rusa en Crimea, su avión es abatido, sufriendo graves heridas que lo  dejan inconsciente.  Según su autobiografía, lo recogen un grupo de tártaros  nómadas, salvándolo de una  muerte segura.  Lo curan con remedios caseros, lo untan con grasa animal, lo envuelven en mantos de fieltro  para que esté caliente y lo nutren  con alimentos derivados de la leche. Tras este incidente es trasladado a un Hospital Militar donde se recupera. Después de la guerra decide dedicar su vida al arte. 

CADA HOMBRE UN ARTISTA..
Más que por su producción como escultor, para la que se sirvió sobre todo de materiales como la cera, la grasa y el fieltro, alcanzó renombre internacional por su concepción teórica del arte y por su labor docente, que llevó a cabo en la Kunstakademie de Düsseldorf. Según Beuys, la personalidad del artista y sus acciones son más importantes que su resultado, la obra concreta.   También lograron un gran impacto sus performances, sobre todo la que lleva por título "Cómo explicar cuadros a una liebre muerta": Beuys se paseó por una exposición con una liebre muerta en brazos a la que le explicaba pacientemente el sentido de los cuadros.  Experimentó e innovó en casi todas las categorías del arte; hizo performances, video-arte e  instalaciones de gran escala. Beuys problematizaba con la tradición artística en sus distintos planos: el formal  y conceptual de la  obra misma,  la profesionalización del arte y los artistas y la  posición «pasiva» de estos  últimos en la sociedad.  Para Beuys el arte no era acerca de la belleza sino acerca de la comunicación y la libertad.

CADA HOMBRE UN ARTISTA..

"Cómo explicar cuadros a una liebre muerta".

Beuys es el heredero directo de  toda la tradición del Idealismo Romántico del Centro y el Norte de Europa. En su educación serán fundamentales las lecturas de Novalis, Holderin, Schiller, Jean Paul, Hegel. Kierkegaard y Steiner. A lo largo de su itinerario, pretendió acabar con la idea de ate como una práctica aislada para configurar un concepto "ampliado" del arte, abriendo horizonte de la creatividad más allá del objeto del arte. El arte siempre se ha alejado de las necesidades del ser humano y se ha ocupado de innovaciones estilísticas y artísticamente inmanentes.  Para  Beuys, el arte era una posición ante la vida. El arte tiene que originar una transformación de la 

conciencia individual de cada uno y, por último, una "transformación no violenta" de la sociedad.                                                             ACCIONES La acción entendida por Beuys, es una experiencia catártica, un rito de iniciación donde, desde una perspectiva antropológica, arte y ritual van unidos de un modo dramático en operaciones chamánicas de intensa concentración y hondo alcance espiritual. No como un acto de provocación.  ME GUSTA AMÉRICA. LE GUSTO A AMÉRICA  Durante tres días, el artista convive con un  coyote en la galería Block de Nueva York.  Beuys llega en 
CADA HOMBRE UN ARTISTA..
avión al aeropuerto de la ciudad norteamericana y, desde allí, se traslada directamente a la galería, totalmente envuelto en fieltro, sin poder observar nada de lo que lo rodea.  Una vez en la galería, Beuys cohabita con el coyote en un recinto aislado por una malla metálica. Allí, envuelto en fieltro, con guantes y un bastón, recorre las páginas de un periódico que se extiende por el suelo. Mediante el desplegado papel, se constituye un espacio común de observación recíproca entre el artista y el animal. Luego de las tres jornadas de un latir compartido con el animal del bosque y los aullidos, Beuys regresa a Alemania arrebujado de nuevo en fieltro, tal como había llegado. Durante su visita al suelo americano, no percibe edificios, veloces enjambres humanos. Tampoco recibe ni concede entrevistas a curadores y críticos de arte.  Lo que supone para Beuys la anterior acción:  Durante tres días, Beuys hurga, ausculta, camina sobre la culpabilidad reprimida de la civilización norteamericana. Culpabilidad surgida de la matanza injustificable del indio. El indio debía de ser exterminado no para arrebatarle sus tierra, sino por su experiencia más amplia de la libertad. El indio vivía tan libre como el coyote. Por eso, oprimir o exterminar al indígena fue un despedazar la propia bandera de la libertad de la sociedad norteamericana. Mediante el coyote-guía, el artista atraviesa un presente de máscaras y llega al trauma que nació del exterminio de la libertad india. La convivencia con el animal de los aullidos es así una escena simbólica para atravesar la intimidad de una cultura y regresar a su trasfondo de contradicción.
CADA HOMBRE UN ARTISTA..
Para Beuys " todo conocimiento humano procede del arte, toda capacidad procede de la capacidad artística del ser humano, es decir, de ser activo creativamente. "A mi juicio, el arte ha llegado a un término, toca a su fin y ahora comienza un periodo en que asoma la necesidad de un arte social". "Cada hombre es un artista. En cada hombre existe una facultad creadora virtual. Esto no quiere decir que cada hombre sea un pintor o un escultor, sino que existe una creatividad latente en todas las esferas del trabajo humano".


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas