Si eres activo/a en las redes sociales y sobre todo, en Instagram, habrás leído y/o visto bastantes publicaciones sobre journaling y las más que famosas “morning pages”. Esta tendencia está sumando adeptos de forma fulgurante y nosotras, estamos más que felices ya que conocemos de sobra los beneficios que aporta a todo el que lo practica pero, ¿qué es el journaling? ¿Qué beneficios tiene y cómo puede ayudarnos en el día a día? Hoy descubrimos el journaling y lo que esconde como técnica la escritura terapéutica.
¿Qué es el journaling?
Registrar a través de la escritura nuestros pensamientos, ideas, anhelos, experiencias, reflexiones, miedos… Todo lo que queramos. El journaling es el término que describe la práctica de la escritura sin más objetivo que sacar de nuestra mente los pensamientos rumiantes.
Esos pensamientos y/o ideas que están siempre en nuestra mente, que dan vueltas sin parar, que nos bloquean y nos invaden sin que sepamos como frenarlos. Esos miedos que nos mantienen inmersos en un bucle del que parece que no podemos salir y que nos llevan incluso a estar irascibles, pelear o no saber controlar el enfado – la rabia.
Lo mejor que podemos hacer en los momentos en los que nos vemos dentro de esa situación es escribir. Escribir a mano, en un cuaderno, sin ningún objetivo ni pretensión. Saber que nadie nos va a leer, que estamos alejados del juicio externo es lo que nos proporciona la capacidad de ser totalmente sinceros con nosotros mismos y escribir lo que nos mueve y nos preocupa. Esto, precisamente, es el journaling o escritura terapéutica.
Escribir para sanar, para soltar, para dejar de mantener ese pensamiento en nuestra mente. Escribir para liberarnos, para tranquilizarnos, para poder dar a la mente un poco de espacio, aire y paz.
El journaling es mantener una conversación con la persona que más nos conoce pero con quién más nos cuesta hablar… Con nosotros mismos. El journaling es como el running (o correr): esa actividad que hacemos para nosotros mismos y para la que no necesitamos nada extra difícil de encontrar. Con un cuaderno y un bolígrafo podemos ponernos manos a la obra, en cualquier momento y lugar y tendremos un remedio altamente efectivo.
¿Para qué sirve el journaling?
Como decíamos, el journaling está considerado ahora mismo como una terapia de importantes beneficios. Es brutal (no podemos decirlo de otra forma para que transmita su poder) el efecto que tiene sobre momentos y picos de ansiedad. Escribir cuando estamos nerviosos y alterados por una situación externa es más que potente. Nos evita realizar llamadas o enviar mensajes de los que después seguro, nos vamos a arrepentir. Nos ayuda a calmar nuestra mente en un momento de tormenta. Nos proporciona una visión externa sin sentirnos enjuiciados por nadie.
El journaling sirve para aportarnos a nosotros mismos un entorno seguro, de paz y de recogimiento en un momento determinado. Es una herramienta muy potente de autoanálisis que nos proporcionará un lugar seguro al que acudir siempre que lo necesitemos.
Beneficios del journaling
Aunque parezca mentira, sentarnos a escribir con nosotros mismos es un ejercicio muy potente para nuestra autoestima y seguridad. Es impresionante cómo podemos trabajar nuestra inteligencia emocional y autoanalizarnos sin juicio a través del journling y la escritura terapéutica.
Mejora de la salud emocional
Escribir lo que nos pasa por la mente y sobre todo, se nos queda ahí clavado, es una forma muy eficaz de mejorar nuestra salud emocional. Normalmente además somos más de escribir lo negativo, lo que nos duele, lo que nos atrapa y preocupa por lo que sin duda, la salud emocional y mental se verá muy mejorada gracias a esta práctica.
Ayuda a la organización
Escribir nos va a ayudar a organizar ideas, a poner todo en orden, a clarificar nuestros objetivos y que dejen de estar enredados y enredando en una madeja mental. La organización será una de las grandes beneficiadas de la práctica del journaling. Y si lo practicas con regularidad verás que todo tiene más y mejor sentido en tu mente.
Estimula la creatividad
Cuando dejamos de tener ruido mental, cuando nuestros miedos están controlados y puestos sobre la mesa, cuando dejamos de estar “barruntando” sobre lo que podría ser y lo que es… Dejamos espacio mental liberado y la creatividad puede expandirse. De hecho, lo hará y de forma mucho más eficaz. Es imposible que en la tormenta mental podamos ser creativos y por eso a menudo lo somos más cuando estamos de vacaciones y es porque paramos el ruido mental. Con el journaling diario lo conseguirás desde cualquier lugar.
Apertura hacia el autoconocimiento
Qué difícil pero qué poderoso es conocerse a uno mismo/a. El autoconocimiento es fundamental para poder evolucionar, mejorar y crecer. Somos nuestros mayores enemigos y debemos convertirnos en nuestros mejores aliados. Con el journaling podremos hablar de tú a tú con nuestras experiencias, anhelos, miedos y temores más profundos para saber cómo gestionarlos.
Control de la ansiedad
Cuando estamos nerviosos, cuando tenemos un brote de ansiedad, parar aunque nos cueste y ponernos a escribir es una de las grandes soluciones que tenemos a nuestro alcance. Escribir lo que nos angustia, lo que nos tiene revueltos nos ayudará a separarlo de nuestra mente y calmar esa ansiedad que nos puede llevar por mal camino.
Arrancar y mantener la práctica del journaling
Para que cualquier práctica tenga beneficios importantes sobre nuestra vida y sobre todo, mente, es importante que lo realicemos de forma habitual. Con el journaling nos pasará igual, necesitaremos de una práctica constante e incluso, una rutina. Más allá de la rutina que nos marquemos tengamos en cuenta que el journaling es algo que podemos realizar en cualquier momento cuando necesitemos y sintamos que nos va a ayudar.
Para empezar a practicar el journaling os dejamos una serie de útiles consejos:
Materiales: los que te gusten. Elige un bonito cuaderno que te ayude a acudir a ese espacio cuando lo sientas necesario, que sea tu cobijo. Bolígrafo, pluma, lápiz… lo que sea pero a mano y que siempre vaya contigo.
Rutina: empieza por escribir todas las mañanas y todas las noches. No tiene que ser páginas y páginas. Es suficiente con unas líneas que te ayuden a conectar contigo mismo.
Plantéate un reto de 7 días (una semana) para encontrar un patrón de actuación muy positivo. Encuentra tú momento (quizás durante tu desayuno tranquilo, antes de ir a dormir…) el que sea pero que sea tu momento.
Continúa con la práctica: en el momento que notes los beneficios estamos convencidos de que será algo habitual en tu vida. Acudirás a ello siempre que sientas incomodidad o quieras tomar perspectiva de una situación. A partir de la primera letra solo hay que disfrutar.
En coaching siempre recomendamos y damos como tarea a nuestros clientes la práctica del journaling. Sus beneficios son impresionantes desde la primera línea. Solo con comprar el cuaderno ya estás adquiriendo un compromiso contigo mismo/a. ¿Empezamos?