Revista Economía
El día de ayer leí en el diario El Comercio las declaraciones de Juan Luis Cipriani dadas a Radio Programas, donde sostuvo, respecto a la situación de Cajamarca, lo siguiente: "El tema es muy complejo. Aquí hay intereses no solo de dos partes, hay muchas ONG de afuera haciéndole daño al país, empresas que no quieren que Yanacocha explote los recursos ... "(i) En fin. Pero, ¿quién es Juan Luis Ciprinai Thorne para hablar acerca de estos asuntos? Él es un Cardenal de la Iglesia Católica en el Perú. Eso mismo, un sacerdote de las tantas religiones que pueden existir en nuestro país con total derecho y libertad; y que a diferencias de otras tuvo un papel importante en la invasión española y durante el colonialismo, por lo que sus instituciones eclesiásticas aún perduran en diferentes ámbitos de la sociedad peruana, extendiendo su influencia más allá de la fe de sus creyentes. Ningún problema, si esta se limitase a la profesión de su fe; pero no, sus sacerdotes de alta jerarquía constantemente están realizando política.Juan Luis Ciprinai, es uno de ellos, él es muy conocido por sus constantes declaraciones e intromisiones sobre la política peruana, y que siempre tienen un tono fascista, discriminador, conservador y a favor de los poderes fácticos de la economía. Reconocido aliado y socio del "fujimorismo".(ii) Siquiera como predicador de una religión que profesa el cristianismo se pronunció contra los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la década de los 90 en el Perú. El año 2002, se atrevió a tildar a los "Padres de la Patria" de cobardes e hipócritas por un asunto de salud pública que no concordaba con su fe.(iii)Nadie del gobierno le dijo absolutamente nada. Así, sus declaraciones últimas, en vez de pronunciarse por la muerte de los civiles en sí, prefiere dar una declaración política y convenida. Ningún gobernante del Estado peruano, ha tenido la talla y el coraje, de ponerlo en su lugar.Este personaje, que muta de sacerdote a representante político del sector más conservador de la derecha y viceversa, según su conveniencia, y a quién ningún peruano le ha dado representatividad o responsabilidad alguna, recibe mensualmente una "subvención" del Estado Peruano, que equivale a la remuneración de un Ministro de Estado. Cifra nada despreciable para la gran mayoría de peruanos que bregan en medio de la pobreza y la miseria o que se ganan el sustento en el día a día. Es decir, nosotros, los peruanos con los tributos que pagamos mantenemos a este sacerdote mayor de la Iglesia Católica. Nos preguntamos ¿por qué y a cambio de qué? Pero, ¿qué gobierno fue el que le dio este beneficio al clero de la Iglesia Católica? Pues nada menos que el gobierno de Alberto Fujimori. Así, el 3 de julio de 1991, a través del Decreto Supremo 145 - 91 - DF, se establece que los sacerdotes de la jerarquía de Cipriani deberán recibir "una subvención" equivalente a la de un Ministro. Monto que actualmente asciende aproximadamente a los 5000 US$ mensuales. Es decir cada gobierno le subvenciona la cifra módica de 300000 US$, porque no sólo tienen el beneficio de recibir este dinero sino también la de estar exonerada de tributo. ¡Que tal cuajo Mariátegui!.Esto por supuesto, no es más que una evidencia de que ese gobierno, el del periodo 1990 - 2000, no sólo estuvo tomado por una dictadura cívico - militar, sino también por la "secta" religiosa del Opus Dei. Para entonces, Montesinos entendió muy bien que necesitaba de cierto sector de la Iglesia para poder consolidar el golpe de Estado del año 1992, y que las F.F.A.A. no bastaban para garantizar ello. Necesitaba a cierto sector de la Iglesia como aliado. Ese sector sería el más conservador. Por ello, en ese sentido, ¿cómo explicar que a menos de un año del "ajuste económico" Fujimori fuese dispendioso con los recursos del Estado? Mientras el gobierno en ese entonces aplicaba una política económica de ajuste, despedía masivamente empleados públicos y la tasa de pobreza en el país se duplicaba, los sacerdotes de mayor jerarquía de la Iglesia recibían tremendo regalo del gobierno fujimorista. Y por supuesto, ni un pronunciamiento de desprendimiento en solidaridad con la población por parte de ellos. Asimismo, mientras las políticas de ajuste de Fujimori y Boloña sometían a los soldados peruanos en el conflicto del Cénepa a una escasez de logística, los sacerdotes mayores ya gozaban de este beneficio. Siquiera, en España, le han tolerado liberándolo de crítica alguna a su Rey, porque en pleno ajuste económico este fue de cacería por África.(iv) En fin, es el Perú cuasi-moderno.Pero, ¿en qué se basó el Decreto dado por Fujimori?, ¿cuál es el respaldo legal que tiene el sacerdote Juan Luis para recibir esta subvención? Pues nada menos el cuestionable Concordato entre el Vaticano y el Estado Peruano, suscrito el 19 de julio de 1980 y firmado por el dictador Francisco Morales Bremúdez, el mismo que hoy la justicia argentina pretende procesarlo por violación de D.D.H.H. Así es, el 24 de julio de 1980, mediante el Decreto Ley, el dictador Bermúdez, ese mismo que en un acto ridículo se colocaba la camiseta del equipo de fútbol de la Federación Peruana cuando este le ganó a su similar de Chile en el Estado Nacional, concedía a la Iglesia tremendos beneficios.(v) Pero, nótese que la norma fue dada ¡cuatro días antes de que entregase el poder al nuevo gobierno elegido por elecciones!, cuatro días antes de que el gobierno de Belaunde se instale en Palacio. Es decir, este Concordato nuca fue revisado ni aprobado por el Congreso de la República, que por esos días aún no existía; ni bajo la C.P.P. de 1979 ni bajo la de 1993, y que sin embargo Fujimori hizo efectiva, a pesar de ser lesivo a los intereses del Estado Peruano. Así, este Concordato en su artículo 8º dice: "El sistema de subvenciones para las personas, obras y servicios de la Iglesia Católica seguirá como hasta ahora. Las asignaciones personales no tienen el carácter de sueldo ni de honorarios, por tanto no constituyen renta sujeta a tributación."Lo inmoral de este asunto, de la que tanto reclama Juan Luis a los que protestan en Cajamarca, es que ese acuerdo fue posterior a la promulgación de la C.P.P. de 1979 (12 de julio de 1979), en la que ya se señalaba el carácter laico del Estado Peruano, por lo que el Estado Peruano no debería tener ningún vínculo con religión alguna. Pero todo esto se dio en contubernio con los militares de derecha, justamente los que dieron el golpe de Estado a Velazco, presurosos para mantener tales privilegios..Los peruanos, el año 2001 se liberaron de los "fujimoristas", mas no de las políticas establecidas durante ese gobierno. Dos gobiernos elegidos prometieron realizar cambios y sólo han engañado a la población. Y al parecer este tercer gobierno, post caída de Fujimori, tampoco cambiará las políticas. No se dice nada, y que deberíamos asumir, de una liberación de una intromisión de la Iglesia Católica. Debería proponerse el desconocimiento de ese Concordato, para así liberarnos de esta intromisión política de los sacerdotes mayores. Y claro, que nunca más los problemas del país, pasen por una comisión constituida por miembros de alguna iglesia, donde ellos tengan que actuar como intermediarios o mediadores, rol que debería cumplir el Estado. Pero, justamente este hecho, no hace más que develar el carácter del Estado Peruano, una institución que es una extensión más de los intereses transnacionales desde su instalación, que opera de espalda a los intereses de las mayorías; y por último, se devela la vocación permanente de poder político que tiene la Iglesia Católica sobre los asuntos de gobierno y que no debieran de ocurrir en un Estado que se dice moderno. Cambiar esto, sería verdaderamente avanzar.-----------------(i) Ver http://elcomercio.pe/actualidad/1438472/noticia-cipriani-antimineros-deben-pedir-perdon-muertes-cajamarca(ii) Ver SOSA, Magno. Cipriani, teólogo de Fujimori. Lima, 2000.(iii) Ver http://elpais.com/diario/2002/12/08/opinion/1039302007_850215.html(iv)http://www.diariocritico.com/nacional/twitter/facebook/redes-sociales/botsuana/caza-de-elefantes/410535(v) Ver http://reflexion-altonivel.260mb.com/concordato-peru-vaticano.html