Juan Pablo Viscardo y Guzmán fue hijo de Gaspar Viscardo y Guzmán y de Manuela Zea y Andía, nació el 26 de junio de 1748 en Pampacolca, partido de la provincia de Condesuyos en Arequipa.
Sus antepasados españoles se remontaban al siglo XVII: uno de ellos -su bisabuelo Juan Viscardo de Guzmán- se había establecido en la villa de Camaná hacia 1630. Sus estudios los realizó en el Real Colegio de Nobles de San Bernardo del Cuzco.
Vida en Italia de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
En 1761, a los 13 años de edad, ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en dicha ciudad. A raíz de la expulsión de los jesuítas en 1767, Viscardo tuvo que abandonar el Perú rumbo a Italia. Fue así como llegó, conjuntamente con su hermano José Anselmo -novicio jesuita-, a la pequeña ciudad de Massacarrara en la Toscana. Estos años fueron muy duros para ambos. La exigua pensión que percibían los impulsó a reclamar la herencia paterna en el Perú. Desde 1773 hasta 1789, ambos hermanos Viscardo lucharon denodadamente por el envío regular de la renta que les correspondía del patrimonio familiar.
Búsqueda de ayuda para la emancipación
Es en Italia donde Viscardo recibe las primeras noticias sobre el movimiento de Tupac Amaru II. Estas circunstancias lo impulsaron a solicitarle a John Udny, cónsul inglés en Liorna, la ayuda de Inglaterra para la emancipación definitiva de las colonias americanas. Gracias a dicho cónsul, Viscardo pudo establecer contacto con el ministro inglés en Florencia, sir Horance Mann y, por intermedio de él, viajar a Londres en 1782; desafortunadamente para sus planes no obtuvo la ayuda que requería y tuvo que regresar a Massacarrara dos años después. Más adelante hizo un segundo viaje a Inglaterra, pero esta vez sin la compañía de su hermano, quien había fallecido en 1785. Esta segunda estadía, entre 1789 y 1797, fue igualmente decepcionante para Viscardo, pues no recibió el apoyo político que esperaba. Es en estas circunstancias, a los cincuenta años, que fallece en dicha ciudad, el 10 de febrero de 1798. Antes de morir, entregó su dinero y escritos a Rufus King, ministro estadounidense en Londres, para que los pusiera en manos de su albacea Francisco de Miranda.
Aporte literario de Juan Pablo Viscardo y Guzmán
El testimonio más importante de su producción intelectual es su célebre Carta a los españoles americanos. Dicho folleto -un corto texto de cuarenta folios- es uno de los manifiestos más representativos del protonacionalismo criollo en la América hispánica. En este texto, Viscardo presentaba al Nuevo Mundo como una “patria” común para los hispanoamericanos, oponiéndola a la patria peninsular. El propósito principal de Viscardo fue exaltar los valores del criollismo y enfatizar la perentoria necesidad de emprender la emancipación política. Por ello insistió en la injusticia de las relaciones entre España y las Indias y enfatizó la búsqueda imperecedera del bien común. La carta fue escrita en francés -con el título original de Lettre aux espagnols americains– y tuvo sucesivas ediciones. Así entre 1799 y 1822 fueron impresas ocho versiones, las cinco primeras editadas en Londres. La segunda edición londinense -de 1801- es la primera en castellano. El clima ideológico hispanoamericano era propicio para las reivindicaciones políticas de la Carta. Numerosas traducciones sobre los derechos del hombre y el ciudadano habían aparecido en diversas ciudades de la América española. Así, en 1793 Antonio Nariño publicaba en Bogotá la traducción de la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano. Por ello, la Carta fue un acicate ideológico importante para las exigencias políticas de los líderes criollos, las que culminarían en la emancipación hispanoamericana.
Pero la Carta no fue el único texto de Viscardo; al lado de su copiosa correspondencia debe citarse una serie de ensayos y textos como el Proyecto para independizar América española, escrito en Liorna en 1791. en el que sugiere el levantamiento generalizado en la América hispana. Otros trabajos suyos, escritos en Londres en 1792, son: El ensayo histórico sobre los disturbios de América meridional en 1780 y el Esbozo político sobre la situación actual de la América española y sobre los medios de estrategia para facilitar su independencia, en el cual elogia las virtudes de criollos e indígenas. Su último ensayo. La paz y la dicha del nuevo siglo, exhortación dirigida a todos los pueblos libres o que quieren serlo por un americano español, fue escrito en 1797.
Reconocimiento
En reconocimiento a su trayectoria ideológica fue reconocido por los historiadores reunidos en el tercer congreso de Historia de América realizado en Buenos Aires, como “primer precursor ideológico de la independencia americana”. En 1988, el Banco de Crédito editó su Obra completa, dentro de su colección Clásicos del Perú.
Al cumplirse los 250 años de su nacimiento, en 1998, una comisión nacional conmemorativa de la vida y obra del gran precursor, presidida por la lingüista Martha Hildebrandt, reeditó la obra completa de Viscardo y Guzmán en dos volúmenes, emitió medallas conmemorativas y se ocupó de garantizar la difusión de su pensamiento en los centros educativos del país. A fines del mismo año tuvo lugar un coloquio denominado “Juan Pablo Viscardo y Guzmán: el hombre y su tiempo”, con la participación de prestigiosos intelectuales peruanos y extranjeros.