Revista Cultura y Ocio
Juan Salvador Gaviota, Richard Bach / El delfín, historia de un soñador, Sergio Bambarén
Publicado el 26 diciembre 2010 por ManignaTítulo original: Jonathan Livingston Seagull, a story;
Año : 1970;
Autor: Richard Bach;
Título en português: A história de Fernão Capelo Gaivota;
Título en español: Juan Salvador Gaviota;
Traducción al portugués: Antônio Ramos Rosa y Madaléna Rosalez.
Editorial Nórdica Ltda. 1977.
Este libro formaba parte de un conjunto de lecturas en la escuela, hace algún tiempo ya. Es una lectura ligera, con una historia simple pero que, para un niño que cursa la primaria hace que el mensaje que guarda sea motivador: creer en tus sueños, hacer lo que más te gusta, y esa analogía tan trillada como efectiva: no sólo vivir para pescar sino pescar para vivir.
(Portada de la revista "Time" del 13 de noviembre de 1972)
Juan Salvador Gaviota es un soñador, y quiere hacer algo más que el resto de su bando se limita a hacer día tras día. Lo califican de irresponsable y llega a ser expulsado de su grupo. Él quedará libre para hacer lo que le plazca, encontrando compañía de dos gaviotas puras y brillantes, divinas, quienes se comunican con él, motivándolo. Llegará así, tras duro entrenamiento, a ejecutar nuevas maniobras en el arte de volar, conociendo técnicas nuevas y alcanzando velocidades inimaginables. Juan Salvador Gaviota retornará con su bando, sin llegar a juzgarlos, y sin ningún rencor en su ser, perdonará, y alentará posteriormente a otras como él, que soñaban con hacer algo diferente, a motivar y a realizar sus sueños, entre ellos su amigo Francisco Gaviota, quien quedará como instructor antes de que, Juan Salvador Gaviota literalmente desaparezca.
Título Original: El delfín, historia de un soñador;
Autor: Sergio Bambarén;
Año: 1997;
Título en portugués: O golfinho, a história de um sonhador;
Traducción al português: Márcia Frazão;
Editora Academia de Inteligência / Editorial Planeta, 2008.
Hace unos meses hubo en las Livrarías Curitiba un buen descuento en muchos libros que ahí ofrecen: entre diversos títulos y portadas había una con un delfín, que sobresalía con esa banda roja diferenciando aquel libro del resto: “¡Más de 10 millones de libros vendidos en todo el mundo!”; la obra prima de Sergio Bambarén en la actualidad quizá ya superó esa cifra.
(Foto de Ernesto Arias, tomada del decano peruano El Comercio)
Daniel Alexandre Delfín es un soñador, y quiere hacer algo más que el resto de su grupo se limita a hacer día tras día. Él sueña con la onda perfecta, decidiendo un buen día abandonar su grupo y adentrarse en la inmensidad del océano, buscando así el propósito de su vida. Una voz divina, la voz del mar, lo aconsejará y guiará. Conocerá en su aventura otras especies con las que intercambiará algunos pareceres, como el pez –sol, quien sueña con poder tocar algún día aquella estrella; un tiburón, afligido por su fama de voraz asesino; un viejo delfín, quien como él también era un soñador; y una ballena jubarte o jorobada, quien a pesar de su grandeza es temerosa de una especie llamada hombre. Daniel Alexandre Delfín encontrará la ola perfecta en el mismo instante en que encontrará dos ejemplares de aquella especie de quien la ballena jorobada teme, comprobando que estos seres dominan las olas al igual que él. Luego de aquella experiencia retornará a su grupo e inculcará lo aprendido. Tendrá varios alumnos, entre ellos Miguel Benjamín Delfín quien finalmente quedará como instructor tras la partida definitiva de Daniel.
Tener un escritor peruano quien con su primer libro llegue a ser best seller en el mundo entero no es de todos los días -ni Vargas Llosa antes del premio nobel, y quizá ni después-, así que merece ser leído, por lo menos por cultura general. Sin embargo, para quienes ya habíamos leído el libro del estadounidense Richard Bach es imposible el no compararla con la obra de Sergio Bambarén.
Ya en la revista “Punto de Equilibrio” del Programa de Coyuntura Económica del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, en su edición de noviembre del 2008, Víctor Andrés García-Belaúnde Velarde realiza la crítica titulada “Como transformar una gaviota en delfín…, y que nadie se dé cuenta en el intento”, donde da cuenta de las coincidencias entre ambas obras:
- Los nombres (ambos se apellidan según su especie);
- El descontento con la rutina de comer y vivir bien;
- La realización de una actividad solitaria mal vista por la comunidad (sea volar o correr olas);
- El hallazgo de nuevas maneras de realizarla (volar más rápido o correr olas más grandes), olvidándose de pescar y comer. A ello sigue el reproche de la comunidad por el incumplimiento de las reglas, el exilio, el encuentro con dos compañeros de aprendizaje, el retorno a la comunidad y posterior apostolado, y, finalmente, el desvanecimiento de los protagonistas en pleno ejercicio de la actividad liberadora, sea esta volar o correr olas.
Da cuenta también de la frase al final de ambas obras, esto en la edición en castellano:
- “Inclusive, la frase con la que concluye cada autor es similar: “Su carrera hacia el aprendizaje había empezado”, en Juan Salvador Gaviota, y “ (…) su viaje al reino de los sueños había empezado”, en Daniel Delfín.”
Al tener las ediciones en portugués la comparación de esta última frase no puedo realizarla, pero hay otra frase, también al final de ambas obras muy parecidas:
- “Bem, então não está longe o dia em que aparecerei na sua praia e lhe mostrarei uma ou duas coisas acerca do vôo!”
(Juan Salvador Gaviota, página 152.)
- “Um dia ainda vou te encontrar, Daniel”, pensou, “e vou te ensinar umas coisinhas a mais sobre o surfe!”
(El Delfin, página 98.)
Agregaría también otra coincidencia: la obra de Bach viene con fotografías (de Russel Munson) de diversas gaviotas, mientras que la obra de Bambarén viene con dibujos (de Oscar Astromujoff) de diversos delfines.
Hasta en el inicio encuentro algo similar:
- “Ao verdadeiro Fernão Capelo Gaivota que vive em todos nós.”
(En la obra de Richard Bach, página 9.)
- “Para o sonhador que há dentro de cada um de nós.”
(En la obra de Sergio Bambarén, página 7.)
Lo curioso es que “El delfín” ya tiene 13 años de ser publicada, en todo el mundo, y en más de 37 idiomas; tiene hasta película animada (que está en la locadora cerca de casa). La gaviota de Bach también tiene una película donde la excelente banda sonora -realizada por Neil Diamond- destacó más que el film en sí.
Be - Neil Diamond - Banda sonora de Jonathan Livingston Seagull
Skybird - Neil Diamond - Banda sonora de Jonathan Livingston Seagull
Por otro lado, no existe pronunciamiento al respecto por ninguno de los autores. Nadie le ha preguntado a Bach su parecer sobre “El delfín”, pero lo más impresionante, en los diversos programas y entrevistas nadie le pregunta a Bambarén sobre este “rumor” acerca de las “coincidencias” que algunos de sus lectores han encontrado, y que creemos es más que una influencia. ¿Será que los diversos entrevistadores (hasta estadounidenses) no han leído el Juan Salvador Gaviota de Bach?
Siempre Bambarén repite que conoció a aquel delfín que dio origen a la historia surfeando en la playa Guincho de Portugal. Hasta me he encontrado con un comercial de un banco peruano (excelente comercial por cierto, de J. Walter Thompson, que parece trabajar sobre la alegoría de la caverna de Platón.) basado en la historia del escritor peruano.
Después de leer ambos libros estoy entre los que creemos que la obra prima de Sergio Bambarén hace honor a la palabra formada por las primeras cinco letras de su apellido; muy lindo para ser realidad.
El mensaje es el mismo, y sería interesante leer ambas obras seguidas y que -como siempre- cada uno saque sus propias conclusiones.
Fuente:
- Texto de la reseña de Víctor Andrés García-Belaúnde Velarde alojado en la página web de la revista Punto de Equilibrio de la Universidad Del Pacífico:
http://www.puntodeequilibrio.com.pe/punto_equilibrio/01i.php?pantalla=noticia&id;=15727&bolnum;_key=27&serv;_key=2100
LOS COMENTARIOS (5)
publicado el 09 abril a las 17:24
Richard Bach, no demandará a nadie pues sabe que Bambaren conoce la historia igual que muchos otros y lo que puede pasar es que la "M" lo cubra.
publicado el 09 abril a las 17:19
Muchas editoriales lo saben, pues a la mayoría se les envió un correo informándoles de como Richard Bach me robó a Juan Salvador Gaviota cuando se le entregó el manuscrito para que me lo publicara... yo tenía 13 años y era mujer... Y para colmo, vivía en España.
publicado el 14 mayo a las 20:18
yo, por pura coincidencia los he leido consecutivamente, primero el de Bach y luego el de Bambarén, yo había escuchado la historia de este ultimo y admiraba muchisimo a esta persona que decidio cambiar su vida e ir tras un sueño, pero no habia leido la obra, hoy después de leerla y notar las inmensas "coincidencias" desde el principio, estoy decepcionada y hasta molesta pues realmente parece un total plagio.
publicado el 02 enero a las 10:14
Tengo entendido que Richard Bach ha demandado por plagio a Bambaren, pueden averiguar si es cierto?
publicado el 02 enero a las 10:14
Tengo entendido que Richard Bach ha demandado por plagio a Bambaren, pueden averiguar si es cierto?
publicado el 08 agosto a las 12:11
Para aquellos que defienden a Richard Bach, para empezar, Juan Salvaror, la gaviota, la escribí yo cuando tenía trece años... en el 1967 y si lo habeis leído comprendereis que la gaviota habla de la libertad del pensamiento en una época en la que ser "hembra con ideas propias" era prohibido en la España franquista, es por eso que le puse nombre de varón narrando mi corta vida en una alegoría... España se negó a publicarla y un amigo de Richard Bach, que trabajaba en la base aérea de Torrejón de Ardoz (que en aquellos tiempos era una base americana) se ofreció para que la publicara su gran amigo y compañero de vuelo Richard Bach, el cual aseguraba tener una editorial... Se me ofreció "el oro y el moro" y desapareció con mi obra... Si os fijais, los nombres son todos españoles y EL LADRÓN tiene que poner en todas sus obras ser el autor de la mía, para poder vender sus auténticas creaciones con pésimos resultados... Intentó seguir sacando provecho del robo al demandar a Sergio Bambaren ya que ni él mismo fue capaz de comprender a Juan Salvador la gaviota... Y por supuesto, perdió, LA QUERELLA LE DIO LA RAZÓN A BAMBAREN ¡Ellos sí habían leído y entendido el verdadero mensaje de mi obra! Celia Boniforti Logroño, alias Lily