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Juan Sebastián Elcano - MARINOS ESPAÑOLES

Publicado el 26 agosto 2020 por Rmartin
Juan Sebastián Elcano - MARINOS ESPAÑOLES

Nacido en Guetaria, Guipúzcoa, en 1476. Según la tradición nació en una casa-torre que se ubicaba en un solar de la calle de San Roque, del casco viejo de Guetaria. Una placa cerca del lugar conmemora este supuesto hecho. Fueron sus padres, Domingo Sebastián de Elcano y Catalina del Puerto. Parece ser que era una familia de pescadores y marinos acomodados, contando con casa y embarcación propia. Fue el primogénito de nueve hermanos, tuvo también una media hermana, hija ilegítima de su padre. Su madre Catalina sobreviviría a la muerte de Juan Sebastián, ya que este la mencionó como heredera en su testamento.

Tuvo una primera hija en Guetaria siendo joven y una segunda en Valladolid con su esposa María de Vidaurreta, cuando fue a rendir cuentas del viaje al emperador Carlos I. Tuvo también un hijo, Domingo del Cano, con Mari Hernández de Hernialde, al que nombra heredero en su testamento.

Desde muy joven, se enroló en barcos pesqueros y comerciales, donde adquirió gran experiencia. Hacia 1509 con una nave de doscientas toneladas, tomó parte en la expedición contra Argel, dirigida por el cardenal Cisneros. Posteriormente tomó parte en la campaña de Italia, a las órdenes de Gonzalo Fernández de Córdoba. Al finalizar esta campaña, tubo que hipotecar su nave a unos mercaderes saboyanos para poder pagar los sueldos de su tripulación, que le había amenazado con amotinarse. Al vender la nace, Elcano incurrió en un delito, ya que según una ley vigente, estaba prohibido vender embarcaciones armadas a extranjeros en tiempos de guerra.

En 1518, durante su estancia en Sevilla, conoció al navegante portugués Fernando de Magallanes, que estaba preparando una expedición, al servicio de España, para llegar a las Indias navegando por el Atlántico hacia sur. Elcano se enroló en la expedición, que partió de Sanlúcar de Barrameda el 10 de agosto de 1519, explorando el Río de la Plata y la Patagonia. Elcano ayudó a sofocar un primer motín, pero participó en un segundo intento; Magallanes, le perdonó la vida, bien por no hallarle culpable o por considerar que era imprescindible para continuar el viaje.

La expedición descubrió el paso del Atlántico al Pacífico por el sur del continente americano, así como las islas Marianas y las Filipinas. Al morir Magallanes en un combate con los indígenas de las islas filipinas de Mactam, en 1521, el mando de la expedición pasó, sucesivamente, por varios de sus capitanes que, se disputaban el poder, mientras continuaban explorando las islas y buscando la ruta a las Molucas.

Finalmente, un triunvirato encabezado por Juan Sebastián Elcano se hizo con el mando de lo que quedaba de la flota. Tras alcanzar las Molucas, adquirieron un cargamento de especias y se dispusieron a regresar. Una avería, en una de las dos naos que quedaban, hizo que la expedición se separara: la nao averiada se quedaría en las Molucas para repararla y regresaría a tierras españolas; mientras que Elcano regresaría con la nao Victoria a la Península por la ruta portuguesa. Este viaje fue una hazaña difícil y peligrosa, pues a las dificultades propiamente marítimas, era necesario cruzar el Índico y bordear el continente africano sin hacer escalas, por miedo a ser capturados por los portugueses, pero la falta de víveres le obligó a repostar en las islas de Cabo Verde, donde varios tripulantes fueron apresados por el gobernador portugués y el resto hubo de huir apresuradamente.

Fue entonces cuando Elcano descubrió que llevaban un día de menos, consecuencia de haber dado una vuelta completa al mundo. Por fin, la expedición llegó a Sanlúcar de Barrameda el 6 de septiembre de 1522, con sólo 18 hombres de los 265 que habían partido de allí mismo tres años antes.

El emperador Carlos Irecibió a Elcano en audiencia, que solicitó al rey el hábito de caballero de la Orden de Santiago, el mismo que tenía Magallanes, la Capitanía Mayor de la Armada y un permiso para llevar armas; honores que le fueron denegados; sin embargo, el rey le concedió una renta anual de quinientos ducados, y, como escudo, una esfera del mundo con la leyenda en latín: “PRIMUS CIRCUMDEDISTI ME” (Fuiste el primero que la vuelta me diste).

Juan Sebastián Elcano - MARINOS ESPAÑOLES

Su viaje constituyó un éxito, tanto desde el punto de vista geográfico, como económico, ya que la venta de las mercancías en Amberes sufragó los costes de la expedición. Las expectativas de negocio, así abiertas, hicieron que se fundara en La Coruña una nueva Casa de Contratación especializada en el comercio de las especias. Desde allí salió una segunda expedición en 1525, costeada por los Fugger, mandada por García Jofre de Loaisa. En ella iba Elcano, a pesar de sus protestas, como piloto mayor. Pero aquella expedición fracasó por la muerte de Loaisa y de Elcano sucesivamente. en 1526.

Otorgó testamento el 26 de julio, encontrándose ya muy enfermo, aunque sano de entendimiento. Murió de escorbuto el 4 de agosto de 1526, a bordo de la nao Santa María de la Victoria, nave distinta de aquella con la que completó la circunnavegación del mundo, aunque con el mismo nombre. Aunque existe otra versión, según la cual, Elcano no murió de escorbuto, sino intoxicado al consumir una barracuda, muriendo de ciguatera. En su testamento, donde detalla todos sus bienes y herederos, encomienda su alma a Dios y hace numerosas mandas a iglesias de Guipúzcoa.

Por Ramón Martín


 


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