
Páginas: 656
ISBN: 9788497637039
Precio: 11,95€
La controvertida reina Juana

La novela relata las venturas y desventuras de la reina desde su nacimiento hasta su muerte. La narración comienza con la reina Isabel la Católica a punto de dar a luz, con el presentimiento de que la perturbación de su madre será heredada por alguno de sus hijos. Del padre, Fernando el Católico, sabemos poca cosa porque desde el principio queda patente que su implicación en las tramas políticas lo aleja de la vida familiar. Aun así, se habla de su preferencia por Juana entre sus otros hijos por el parecido de esta con su madre. En la novela también aparecen los hermanos de Juana (Isabel, Juan, María y Catalina), así como las gentes de su entorno cuando viaja a Flandes y en su regreso a España. La presencia de todos ellos resulta indispensable para comprender mejor el entramado gubernamental de la época, además de por su influencia afectiva con la protagonista.
En los primeros capítulos conocemos a una Juana alegre, inteligente, despierta y muy apegada a sus seres queridos. Es una niña que se hace querer y la partida a Flandes con objeto de su matrimonio con Felipe el Hermoso fue muy dura para ella. Cuando le hablaron de este enlace y los intereses del mismo para el reino, Juana solo se quedó con el dato de que Felipe era un joven hermoso; así es como se empieza a entrever que la infanta carecía de ambiciones políticas y en su interior pesaba más el deseo de vivir una existencia romántica y familiar junto a su esposo, alejada de enfrentamientos con otros estados por hacerse con el poder. Su unión y los primeros meses de casados fueron muy idílicos para ellos y para las gentes del pueblo que los admiraban: dos reyes jóvenes y apuestos —cosa rara en la época—, que se amaban desenfrenadamente y juntos parecían capaces de comerse el mundo. Así es como lo sentían ambos, pero con el paso de los años y la posibilidad de heredar los reinos de España, la actitud de Felipe tomó un rumbo interesado que no gustó nada a Juana. Aun así, como buena loca enamorada, se dejó llevar por él y centró su vida en el amor, mientras los cortesanos se alegraban de tener a una reina apartada del mando para poder maniobrar a su antojo.

Estilo
Con El largo camino de Olga tuve la oportunidad de descubrir la maravillosa prosa de Yolanda Scheuber: un estilo bello y evocador, con fragmentos que son pura poesía. Ahora bien, esta narración tenía un problema, ya que en algunos momentos podía hacerse pesada de leer. En Juana la Reina he descubierto otra faceta de la autora, un tipo de libro en el que, bajo mi punto de vista, se mueve mucho mejor: la historia está muy bien contada, alterna descripciones con narración, diálogo y datos sobre la época, todo en equilibrio para no abrumar al lector. Está narrado en tercera persona omnisciente y en las conversaciones se imitan las formas de la realeza en los siglos XV y XVI, lo que le aporta credibilidad al texto (aunque si no estáis acostumbrados a leer novela histórica puede resultaros extraño). Además, se nota que el libro se ha escrito con visión histórica, es decir, a menudo se hacen guiños relacionados con lo que tuvo que vivir Juana más adelante (por ejemplo, sueños o premoniciones, o el momento en el que explican a Isabel la Católica las particularidades del carácter de su hija según su horóscopo). En cuanto al ritmo, a mí me atrapó desde el principio porque, como digo, la trama está muy bien planteada y si te interesa el tema no cuesta engancharse, aunque hay que tener en cuenta que no es una lectura ligera y se debe encontrar el momento adecuado para leerlo.Considero que el libro está muy cuidado en todos los aspectos menos en uno: hay bastantes errores ortotipográficos. La mayoría de puntuación aunque también se han colado algunas palabras trampa de las que el corrector informático no detecta (como poesía en lugar de poseía ) y faltas varias. Además, no sé si es solo una sensación mía, pero me ha parecido que el número de erratas aumentaba en la recta final, como si el corrector tuviera prisa por terminar (si es que el texto ha pasado por un corrector…). En fin, como digo siempre, estas cosas no influyen en mi valoración de una obra, pero creo que las editoriales no deberían menospreciar la tarea de la corrección porque el resultado final puede mejorar muchísimo.
Contexto histórico
Más que adentrarnos en los últimos años del siglo XV y los primeros del XVI, el libro se centra en la forma de vida de la realeza de la época y el modo de afrontar los conflictos políticos. La autora recrea muy bien el contraste entre la España austera y de una religiosidad opresora (cuyo máximo exponente fue la Inquisición) y la ostentación de Flandes, donde Juana tuvo que cambiar de costumbres y de vestuario. Me ha parecido muy interesante conocer las diferencias entre cada corte; para los que no estamos metidos en el tema sería fácil pensar que eran todas iguales pero como podéis ver cada una tenía sus rasgos particulares, lo que influye directamente en el desarrollo del hilo argumental, puesto que el entorno en el que se crió cada príncipe hace que Juana y Felipe tengan diferentes formas de pensar.
Impresiones
Me gusta mucho la novela histórica, tanto si versa sobre personajes que existieron en la realidad como si se limita a recrear una época e imaginar qué gentes pudieron vivir en ella. En concreto, siento devoción por las historias protagonizadas por grandes mujeres, y dentro de este grupo se engloban las reinas como Juana I de Castilla, más conocida como Juana la Loca. Antes de acercarme al libro había leído mucho y nada sobre su figura: mucho porque su nombre es recurrente cuando se habla de la historia de España y la he encontrado como secundaria en numerosas novelas históricas; nada porque que yo recuerde nunca había leído un libro tan centrado en su persona como este.
Juana como personaje está muy bien perfilada, se le coge cariño al personaje y llegas a indignarte al ver el trato que recibía por parte de los demás. Su enajenación se narra de una forma realista: se empieza con su amor desmedido y la indiferencia hacia los temas de estado, más adelante pasa a los celos y finalmente a su obsesión por permanecer junto al cadáver de su amado en lugar de enterrarlo de inmediato. Curiosamente, las escenas más fuertes son hechos puntuales en los que cualquiera se habría puesto hecho una furia, como cuando no le permitían abandonar el país. En la nota final, la autora explica que hay evidencias que confirman que Juana enloqueció, pero añade que lo raro habría sido mantenerse cuerdo después de tantos años de encierro. Yo estoy totalmente de acuerdo con su perspectiva: ante determinadas circunstancias es imposible no perder la cabeza. Además, Juana fue víctima de su tiempo y de su condición de mujer: como tercera hija de los reyes, recibió una educación para ser reina consorte de algún país, no la prepararon para tener ambición por el poder y esto jugó en su contra. Sea como fuere, lo que me ha quedado claro tras leer el libro es que fue una mujer inteligente con capacidad para reinar; me da mucha pena que se la recuerde por la Loca sin intentar ir más allá.

El libro mezcla sentimientos (los que te inspira la vida de Juana) e historia (todo el contexto). Se puede decir que es una novela histórica muy completa, pues no se deja ningún hecho histórico en el tintero (al contrario, se hacen continuas apostillas para complementar lo que se narra) pero no olvida su cometido principal, que no es otro que centrarse en la figura de Juana y su evolución con el paso de los años. Me ha implicado mucho en la historia, me ha hecho pensar en el libro cuando no lo estaba leyendo; con esto sobra decir que me ha llegado muy adentro. Rara vez una novela de este tipo consigue transmitirme tanto, siempre tengo la sensación de que les falta algo, pero esta me ha parecido inmejorable, emocionante y repleta de detalles que aumentan el interés de la historia. El ritmo no decae a pesar de la cantidad de información que se nos da y en conjunto me parece una novela redonda.
Cambiando de tercio, aunque no tenga nada que ver con el contenido de la novela quiero hacer un par de apuntes sobre su edición: la letra me parece demasiado pequeña, incluso para un libro de bolsillo (aunque reconozco que las he visto peores). Hay personas que no ven bien este tamaño (y los que sí lo vemos no tenemos por qué forzar tanto la vista). Por el contrario, me ha gustado mucho que se incluyera una cronología y varios árboles genealógicos (los he consultado muchas veces). En fin, una de cal y otra de arena.
Por último, si os gustan este tipo de novelas tenéis que saber que Yolanda Scheuber también ha escrito una serie de libros sobre las hijas olvidadas de Juana: Leonor de Habsburgo, Isabel de Habsburgo, y próximamente se publicará también María de Habsburgo.
Conclusión

Mi valoración: 9/10