Adquirí este par de zapatillas gracias a la primera posición alcanzada en el I CxM Sierra Blanca, las evalué en junio tras 500 kilómetros, y las relegué a un segundo plano en julio al obtener un par de sustitución gracias a Todosdescalzos.com, mi primer patrocinador.No obstante seguí empleándolas en tiradas de montaña cuando el nuevo par de Skechers estaba en la lavadora o iba de ruta o travesía, pero ya ha llegado el momento de despedirnos, os presento mi evaluación final ahora que considero que han agotado su vida útil.
Veredicto final tras 657,7 kilómetros (fin de vida útil) y estado de las zapatillas:Tras un uso intensivo en múltiples terrenos y condiciones, con unas prestaciones muy polivalentes y especialmente buenas en montaña, me veo "obligado" a prescindir del primer par de zapatillas de la marca americana, debido a las múltiples perforaciones y laceraciones en la superficie de la misma.
Estos orificios hacen que penetren arena, tierra o agua, dependiendo de la superficie, así como pequeñas ramitas.
La debilidad de la membrana es, desde mi punto de visto, el mayor fallo de este modelo, ya que, especialmente en montaña, las probabilidades de estar en contacto con material abrasivo o lacerante (ramas, espinas, rocas, raíces...) es muy alta.
Esta debilidad también conlleva que al impactar, el pie no esté totalmente protegido, lo cual también podría mejorarse en posteriores modelos (tengo muchas ganas de probar las Go Run Ultra).
El desgaste de la suela inicialmente es muy alto, pero tras los primeros 200-300 kilómetros este se estabiliza y va aguantando mejor los kilómetros.
Aquí tenemos la suela tras 567 kilómetros:
A modo de resumen, para recapitular los puntos fuertes que ya comenté en la evaluación del modelo.
En primer lugar la ligereza, flexibilidad y comodidad, que hacen que calzarlas sea una delicia, aunque en los primeros kilómetros con ellas me salió alguna ampolla.
En segundo lugar, la tracción, en mojado, seco, asfalto, tierra y roca, aunque en terreno suelto o poco firme pierde bastante agarre.
La transpirabilidad e impermeabilidad es muy buena, aunque no es una zapatilla totalmente impermeable y el agua acaba calando, pero frente a los modelos con goretex airea muy bien los pies.
Como gran defecto, el desgaste, rápido durante los primeros kilómetros, y la debilidad de la membrana, culpable de que a los poco más de 650 kilómetros haya tenido que decidir prescindir del par, cuando, de otro modo, hubiesen aguantado varios cientos de kilómetros más; aun así pienso que es una cantidad de kilómetros más que aceptable.
Para todo corredor que alterne montaña y asfalto y corra de forma habitual u ocasional la considero una buena opción, especialmente si se plantea una transición al minimalismo, pero para corredores eminentemente de asfalto y acostumbrados a calzado más rígido y tradicional, miraría otro modelo.
La he usado tanto para entrenar como para competir con buenos resultados, como ya comenté, las adquirí como premio en una competición, pero si me las hubiesen dejado probar durante una semana, probablemente hubiese pagado los 80 euros que costaban en su momento (no sé como estarán de precio actualmente, aunque creo que están en proceso de descatalogación).
Esto ha sido todo, estoy en general muy contento con ellas, pero ha llegado el momento de separarnos; por suerte, aun tengo el modelo cedido por Todosdescalzos.com, por lo que, aunque suene mal decirlo, no las echaré demasiado de menos.
¡Esto es todo, espero que os haya sido útil la entrada!
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