Solo unos estudios como la Metro Goldwyn Mayer puede permitirse una empresa con una espectacularidad como esta y que suponía llevar a la gran pantalla de la adaptación de la novela de Wallace, señores estamos ante cine épico de lujo. Quizás el éxito de Qvo Vadis en 1951 les sugirió que las películas de romanos estaban de moda. Aún así el estudio sabia que era un proyecto costosísimo y lo preparó a conciencia, tardaron ocho años en decidirse a hacerlo realidad. Podéis imaginaros que si hablamos de los datos de producción que surgieron del proyecto no terminaríamos porque son un exceso con mayúsculas hasta caer en la extravagancia. Solo la escena final de la carrera de cuadrigas costó un millón de dólares. El centro de operaciones se estableció en Roma en los estudios de Cinecittá, se construyo una tubería de varios kilómetros para surtir a las 45 fuentes que formaban parte de la Villa romana de Quinto Arrio, se diseñaron 15000 pares de sandalias, 3000 espadas y mas de 5000 piezas de joyería, miles de togas y uniformes romanos y se transportaron 40.000 toneladas de arena de playas del mediterráneo para el suelo del circo romano. Los manifiestos excesos de la producción fue objeto de criticas de algunos intelectuales, como Mort Sahl “Loved him, hate hur” (Amado él, odiado Hur).
En el fondo es una película sobre la historia de Jesucristo, aunque el guión cuenta la historia de amistad, rivalidad y venganza que se forja desde la infancia hasta la madurez entre Judá Ben-Hur (Charlton Heston) y romano Messala (Stephen Boyd). Este ultimo acusa e instiga la condena injusta contra Ben-Hur y su familia, que tiene su epopeya final en la famosísima carrera de cuadrigas donde se consagra la venganza. Existen multitud de interpretaciones del guión, una de las mas conocidas es la de que la relación entre Messala y Ben-Hur está basada en el amor y que la relación entre ambos podría tener aspectos de homosexualidad, quizás la interpretación de Boyd en determinados instantes si lo deja entrever con la sutileza con la que hacia entonces.
La MGM sabia lo que se jugaba en esta empresa tan ambiciosa y quería minimizar los riesgos, así que puso a dos pesos pesados de la dirección y la producción al frente del proyecto, William Wyler y Sam Zimbalist. Al frente del reparto Charlton Heston que ya había interpretado unos años antes a Moisés en Los diez Mandamientos, convirtiéndose de esta manera en la principal estrella del cine épico del momento. La segunda mitad de la cinta la realizó Andrew Marton y contó con un joven ayudante Sergio Leone (mas tarde creador del Spaghetti western), estos fueron los encargados de los 11 minutos mas electrizantes de la película la carrera de cuadrigas que tardaron dos meses en realizar.
El presupuesto total de la película fue de 15 millones de dólares y se convirtió en la película mas cara realizada hasta esa fecha. Sin embargo fueron rentabilizados por su éxito comercial, siendo la película mas vista en los años 1959 y 1960, proyectándose en todos los cines del mundo.