Bueno…, ya ha llegado el temido día.... Ahora sí que se ha acabado la buena vida. He terminado mis vacaciones y toca volver a la rutina. Atrás quedan esos días relajados sin horarios ni preocupaciones de ningún tipo. Unos días en los que tan sólo predominaban las ganas de disfrutar al máximo del tiempo libre, intentando desconectar de la rutina habitual. La verdad es que reconozco que he disfrutado al máximo aunque también me he dejado dominar por la pereza ya que, a pesar de tener más tiempo para dedicárselo a este blog, últimamente lo he tenido bastante abandonado. Por ese motivo y, antes de nada, quiero disculparme por no haber visitado últimamente esos rincones de cocina con los que tanto disfruto y de los que soy asidua lectora. Prometo ponerme al día poco a poco y empaparme de todas las novedades que se han estado cocinando en mi ausencia en la blogosfera. No obstante, a pesar de esa pereza que os comentaba antes, no os creáis que he dejado de cocinar en mi período de vacaciones, al contrario, así que, en esta nueva andadura, vengo cargada de cosas ricas que poco a poco iré publicando. Hoy os traigo unas deliciosas judías cuyo sabor queda ensalzado por una rica salsa de tomate aderezada con anchoas. Espero que os guste la receta, y que la disfrutéis tanto como hemos hecho nosotros en casa. Ingredientes
- 1 kilo de judías redondas (yo usé de las congeladas)
- 14 huevos de codorniz
- 2 cebollas medianas
- 2 dientes de ajo
- 550 gramos de salsa de tomate frito
- 12 anchoas
- Aceite de oliva
- sal
En primer lugar cocemos las judías en agua hirviendo con un poco de sal y un chorrito de aceite de oliva durante aproximadamente 20 minutos. Una vez están cocinadas, las escurrimos bien y las reservamos. Cocemos los huevos de codorniz. Una vez listos, los pelamos, los troceamos a la mitad y reservamos. Pelamos y picamos las cebollas y los dientes de ajo. En una olla, echamos un chorro de aceite de oliva y los rehogamos hasta que la cebolla se vuelva transparente. Agregamos las judías ya cocidas y bien escurridas. También las rehogamos durante un par de minutos. Incorporamos entonces la salsa de tomate frito. Escurrimos bien las anchoas, las troceamos en trozos pequeñitos y se las añadimos. Dejamos que se cocine durante unos cinco minutos más y agregamos las mitades de huevos de codorniz. Lo dejamos al fuego un par de minutos para que todos los ingredientes se impregnen bien con la salsa. Retiramos y servimos. Os advierto que necesitaréis un buen trozo de pan para dar buena cuenta de la salsa. ¡Está para chuparse los dedos! Espero que os haya gustado la idea. ¡Buen provecho!.