Juego de damas - Mamen Sánchez

Editorial: Espasa
Páginas: 320
ISBN: 9788467037173
Precio: 19,90 €

Juego de damas ha sido mi primer contacto con la escritora Mamen Sánchez, de la que hasta el momento había leído tanto recomendaciones entusiastas como comentarios bastante fríos. En cualquier caso, me apetecía adentrarme en su obra y esta novela fue mi elección porque sus primeras páginas me atraparon. Además, no me negaréis que su cubierta llama la atención: una imagen bonita para mi gusto, una dama con una expresión extraña, enseguida quise saber qué pensaba, a qué jugaba. Y ya lo sé, aunque ni siquiera ese juego es lo que parece. Pero empecemos por el principio.

Mamen Sánchez

Juego de damas nos llega de la mano de Mamen Sánchez (Valencia, 1972), que además de escritora es directora adjunta de la revista ¡Hola! y directora de ¡Hola! México. Se licenció en Ciencias de la Información en la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente realizó estudios de doctorado en Historia y Literatura, además de diversos cursos de literatura en las universidades de la Sorbona, Londres y Oxford. Hasta el momento ha publicado tres novelas para adultos: Gafas de sol para días de lluvia (2007), Agua del limonero (2009) y Juego de damas (2011); y tres libros infantiles: La estrella de siete puntas (2008), Aventura en Tonantzin (2009) y El gran truco (2011).

Sinopsis

En los años ochenta del siglo XX, las hermanas Francesca y Claudia Ventura planean el asesinato de su odiada madrastra, Margherita. Pero no quieren hacerlo de cualquier manera, no: estas jóvenes ricas y caprichosas están acostumbradas a hacerlo todo de forma dramática, de modo que buscan la inspiración en un libro olvidado que recuerda la vida de Sydney Morgan, una irlandesa apasionada que vivió en esa zona durante el siglo XIX y apareció muerta en el legendario lago de Como. Se dijo que fue un accidente, pero Francesca y Claudia están convencidas de que alguien la mató y no pararán hasta descubrir la verdad.
Así, en la novela se alternan dos historias, la de las dos chicas en presente y la de lady Morgan en pasado. Esta última se casó con un reputado médico y ambos se trasladaron a Italia, donde se codearon con las familias más importantes de la época. Sydney siempre destacó por su personalidad rebelde: lejos de conformarse con ser una secundaria al lado de su esposo, entabló amistad con una mujer un tanto extravagante y fijó su mirada en un atractivo joven, Domenico Fontana. Los amores turbulentos de la irlandesa intrigan a Francesca y Claudia: ¿quién acabó con la vida de Sydney, su amante, su marido, su rival…?

Puntos fuertes

Hay algo de lo que no tengo ninguna duda: Mamen Sánchez sabe escribir. Y muy bien, además: al contrario de lo que podría parecer por su trabajo, el estilo empleado en la novela carece de la claridad y la concisión del texto periodístico; en su lugar, utiliza una prosa bella, cuidada y elegante, que nos regala fragmentos bonitos sin perder nunca la facilidad de lectura. En ningún momento se me ha hecho pesado, ni siquiera en aquellas partes en las que no me gustaba lo que leía.
En segundo lugar, la autora tiene ideas buenas, como esa primera impresión que transmiten las hermanas: dos muchachas consentidas, una temperamental y otra fría y calculadora, una guapa y otra fea. Esta exageración de los aspectos patéticos tan propia del melodrama le da un toque distinto a la mayoría de novelas que se publican hoy en día, que suelen decantarse por los protagonistas carismáticos y bondadosos. Me parece atrevido que apueste por una figura como Francesca Ventura (ya sabéis cuánto adoro a los malos de la historia) y pienso que en sus próximas novelas debería potenciar estos rasgos que la hacen diferente.
Además, los aciertos no se encuentran solo en lo aparente, sino que hay giros inesperados que en determinados momentos rompen con todo lo planteado hasta entonces. Estos cambios de rumbo están bien pensados —uno me recordó a cierta novela de Amélie Nothomb— y hacen que esta novela se pueda definir como atípica, rara; el argumento no es tan simple y previsible como puede parecer de entrada. Desconozco si la autora ha empleado recursos de este tipo en sus libros anteriores, pero me parecen otro aspecto en el que debería centrarse porque puede dar mucha personalidad a lo que escriba.
También me gusta la historia tenga su toque de glamour, tanto por el entramado del crimen que preparan las hermanas como por la vida acomodada de las damas del siglo XIX, sin olvidar algunos temas que se tratan en la segunda mitad. Aquí sí que se plasman los conocimientos de la autora sobre las altas esferas; le dan un ambiente particular que se aleja de lo que suelo leer y que, no obstante, me gustó bastante. Este factor le añade atractivo, un toque de lujo.
Finalmente, no quiero olvidarme de elogiar la fabulosa elección del lago de Como (Italia) como escenario central de los hechos (hay escenas que se desarrollan en Nueva York y, más brevemente, en Madrid): este paisaje es seductor, evocador, transmite a la perfección ese halo de misterio y magia que Mamen Sánchez ha querido dar a la historia, aunque también digo que este atractivo se pierde en cuanto se abandona este lugar. Casualmente, hace poco leí una novela en la que también aparecía este lago (de forma mucho más secundaria, eso sí): Habitaciones cerradas, de Care Santos. Si ha conseguido inspirar a estas escritoras, seguro que merece la pena visitarlo.

Puntos débiles

Hasta ahora solo os he hablado de los que para mí son los puntos fuertes del libro; no obstante, por desgracia mi opinión no puede ser tan entusiasta como en otras ocasiones porque he encontrado unos cuantos detalles que no me acaban de convencer. Quizá el más grave sea el hecho de que a menudo he sentido que la historia perdía el rumbo, no por los saltos en el tiempo (que están claramente diferenciados), sino por una falta de consistencia a la hora de marcar el camino. En concreto, a partir del giro central me ha dado la sensación de que le faltaba un objetivo, eso que impulsa a los lectores a seguir leyendo.
En relación con lo anterior, a pesar de que en teoría se trata de una novela de intriga, creo que le falta emoción: en los primeros capítulos, con ese plan para asesinar a Margherita, lo hace genial, pero luego divaga y gran parte de mi interés desapareció. Esta carencia de intensidad se aprecia especialmente en los capítulos del siglo XIX, que se narran de una manera mucho más sosa (que no aburrida). En mi opinión, habría sido mejor enfocar los dos hilos de otra manera, por ejemplo, que el pasado se limitara a cartas (mucho más amenas que el texto en tercera persona), o que se contara con la misma viveza que el presente, aunque con ello se saliera del estilo del libro del que en teoría se extrae.
Cambiando de tercio, la propia autora reconoce que uno de sus propósitos consistía en abordar el realismo mágico. Hay intentos, en efecto, desde las continuas menciones a las aguane (unas criaturas mitológicas acuáticas) a un tema concreto relacionado con esa sorpresa central (aunque esto yo no lo he interpretado como fantasía). Aun así, no me parece que se haya trabajado bien: las referencias a las aguane resultan forzadas, no he apreciado esa simbiosis característica de las obras de Isabel Allende o Laura Esquivel. Lo que sí hay es fusión de personajes y hechos reales con la imaginación de la autora, pero esto no es realismo mágico.
Con respecto a los personajes, veo dos bien perfilados: Francesca Ventura y Sydney Morgan, las protagonistas del presente y el pasado, respectivamente. Claudia Ventura, Domenico Fontana y Elisabeth King también tienen su punto, pero en general pienso que se podría haber profundizado mucho más en los secundarios. Son una mera comparsa y se olvidan rápido, en especial los del siglo XIX (que, ya puestos, en algunos momentos había tantos que me costaba situarme). También se podrían haber marcado más las diferencias en su forma de hablar; tengo la sensación de que la mayoría se expresan igual.
Hablando de los personajes, hay algunos que existieron de verdad (la autora lo explica en una nota final), como lady Morgan en el pasado y Gianni Versace en el presente. En el caso de la primera me parece interesante que se rescate su historia: no la conocía de nada y, dado que tiene protagonismo, he conseguido aportarme algo (a pesar de que la autora la haya modelado a su gusto, que me parece estupendo, de esto va la ficción). Sin embargo, el famoso diseñador se podría haber sustituido por alguien irreal sin grandes consecuencias, y lo mismo ocurre con el fotógrafo Richard Avedon y las dos modelos que los acompañan. Desde mi punto de vista, cuando se introduce una figura que existió hay que hacerlo con algún sentido, para enseñarnos una vertiente de su vida, no como una simple anécdota.
Por último, si bien la trama de Francesca es la que más me llegó de entrada, al final me ha defraudado porque en mi opinión carece de un desenlace contundente. Termina con el tono que empleaba en la segunda mitad, sin rumbo fijo, una sensación que evidentemente me ha dejado bastante fría. Por el contrario, tengo que admitir que me ha gustado la evolución del hilo en pasado (eso sí, no me convence ese cambio brusco de protagonistas, primero Sydney y luego Domenico, hasta que de nuevo vuelven a aparecer juntos), el giro que da hace pensar y es muy bonito. Lástima que no se haya contado con más emoción desde el principio.

Conclusión

En general, el libro tiene cualidades que valoro mucho: un planteamiento interesante, unas protagonistas odiosas y, sobre todo, esa ambientación tan atrayente. Sin embargo, no me ha fascinado tanto como esperaba porque considero que le falta intensidad, una línea argumental clara y un mejor cuidado de los personajes. Aun así, he conseguido terminarlo gracias a su estilo ameno, que invita a seguir leyendo incluso en los pasajes menos interesantes. ¿Lo recomiendo? No lo sé. Lo único que tengo claro es que, incluso aunque me hubiera gustado más, no me parece una novela para cualquiera porque esos ingredientes atípicos la convierten en una obra distinta a lo que se suele publicar. Vosotros decidís si os apetece descubrirla o no.
Mi valoración: 4,5/10