“Juego de Tronos”, HBO lo ha vuelto a hacer.

Si hoy me preguntaran sobre una “marca” en la que depositara toda mi confianza, esa marca sería HBO. La cadena HBO, que nació como una cadena deportiva a finales de los 60 y se ganó un peso importante en la televisión americana , decidió probar hacia el 1997 con series de producción propia y de gran duración (1 h. aprox. por capitulo), regalándonos a los espectadores series de grandísima calidad, con guiones inteligentes, un diseño de producción digno de majors y con múltiples guiños para todo cinéfilo que se precie. Es una cadena que ha sabido arriesgar una y otra vez con series tremendamente valientes e inteligentes (y condenadas a un sector muy minoritario de la audiencia), como la hipnótica e insuperable ”The Wire”, que no se ha querido contentar con el valium televisivo e iman de audiencias que son ”series de molde”  como “CSI” o “House” y que ha sabido captar al público con temas siempre tan recurrentes y éxitosos como son la mafia, pero con rigor y profesionalidad (sin insultar la inteligencia del espectador), en la magnifica “Los Soprano” y en la tremenda “Boardwalk Empire”, los dramas familiares como en “Six Feet Under” y los relatos de corte histórico y de gran presupuesto como fue “Roma”.

Me siento obligado a compartir mi total devoción por esta serie, que recien se estrenó, titulada “Juego de Tronos”. Esta serie apunta ser el lavado de cara que hace tanto tiempo necesitaba el género épico de carácter fabulístico. Y antes de nada, quiero dejar claro que nunca he sido demasiado “devoto” de esta linea de estilo, ambientado en mediévos alternativos, como ”el señor de los anillos”, que si bien me parecen películas muy majas, nunca me acaban de atrapar, tal vez por su caracter en ocasiones demasiado “naïf”. La diferencia es que “Juego de Tronos” nos devuelve a la épica oscura, trágica, más adulta (más “Conan” en definitiva), a la corrupción aristocrática y los juegos del poder de las familias más influyentes, al más puro estilo de series como “Yo, Claudio”, y sus dosis fantásticas estan tan comedidas e insertadas con suficiente inteligencia como para no “asustar” al más escéptico de los espectadores.

El mundo en el que se desarrolla “Juego de Tronos” es el vestigio de una realidad basada en mitos y leyendas, el fin de una era, donde la “tradición” moral de los grandes lords chocan en una etapa de crisis de identidad y de fe (los antiguos dioses, los nuevos dioses, la posible existencia o desaparición de criaturas mitológicas), como un mosaico social de decadencia, que podriamos comparar con la caida del imperio romano.

Como casi todas las series de este formato de duración, se trata de un retrato coral, con diferentes lineas argumentales que se yuxtaponen (o no), con una amplia gama de personajes que tienen luz propia, pues aqui no son titeres de las circunstancias ni la sombra de un personaje central. Y es que en apenas siete capitulos ha logrado meterme en el bolsillo, sin tapujos lo digo, es posible que estemos ante la serie más importante -en su género- que se haya hecho jamás. Habrá que ver como evoluciona, por cierto, que yo no he leido nada acerca de los libros en los que se basa la película -ni ganas tengo-, pero si algun lector pudiera darnos su opinión al respecto, seria de agradecer.

En definitiva, gracias HBO por estos diez años de una calidad televisiva impecable. Gracias por crear series como ésta, apostar por el respeto, la inteligencia y el buen hacer, y espero que con estas líneas, haya despertado al menos la curiosidad de “escépticos de este género fantástico” -como yo- respecto a esta serie, porque realmente se despunta de todo lo visto hasta ahora.

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