Seguimos jugando con actividades relacionadas con los colores, así que hoy os comento otra para discriminarlos. Como nos encanta jugar con cantidades de cosas, aprovechamos casi todas las colecciones de su hermano: desde tazos a cromos, pasando por coches o gormitis… que además nos sirven para reconocer cantidades y aprender números. Pero esta vez le tocó el turno a unas fichas para efecto dominó que recordé que tenía y que estarían genial como juego infantil para discriminar los colores rojo, amarillo, azul y verde. No sé de qué marca son, pero se puede utilizar también otros materiales o las fichas de poker con las que ya os enseñé en Instagram que jugamos mucho. Lo importante es que tengáis cantidad suficiente.
Saqué una bandeja del “armario diógeno” para cada color (de esas en las que se envasan alimentos), y le ayudé a empezar y entender el juego colocando unas cuantas antes. Enseguida comprendió de qué se trataba la actividad, así que aunque al principio le daba yo una ficha y le decía el color para que ella la colocara, pronto decidió que no me necesitaba. No obstante, cada vez que ella cogía una ficha yo decía en voz alta el color que era y ella lo repetía (unas veces sí y otras no)
Después de discriminar todas las fichas por colores, lo que hice fue mezclar de forma errónea unas poquitas sin que me viera Sabía que, con lo meticulosa que es, ahí no las iba a dejar…
¡Y no podía faltar la celebración! Nosotras celebramos al finalizar cada actividad. Siempre. Independientemente de los resultados, porque lo importante es el camino realizado
Os recuerdo las entradas previas para aprender los colores y con las que hemos jugado:
- Crea un juego para aprender colores.
- Jugamos con transparencias de formas y colores.
- Depresores con gomets de colores.
Y como siempre, recomiendo utilizar el lenguaje cotidiano para reforzar el aprendizaje de colores y de cualquier otro juego educativo; en este caso por ejemplo decid el color de la ropa, de un coche, de un juguete; preguntad de qué color son los dibujos de un cuento, o de qué color es una fruta u objeto… Acompañad el adjetivo de color al objeto.
Trucos para la actividad: si tenéis los recipientes de los colores correspondientes ayudará a los niños más pequeños (podéis pintarlos o comprarlos); estas actividades son divertidas porque jugamos con ellos, la participación vuestra es muy importante; no importa cuándo aprendan los colores, variad las actividades para que les sigan resultando atractivas (en la escuelita les hacen murales de colores con recortes de fotografías de colores específicos).
Personalmente creo que aprender los colores es un proceso cognitivo complejo, pues entiendo que los niños están aprendiendo a asociar una palabra a un objeto cuando decimos por ejemplo “manzana”. En cambio, manzana “roja” o manzana “amarilla” supone asociar una cualidad al objeto. Es por eso que creo que no hay que preocuparse si no relacionan adecuadamente los colores; seguid dando tiempo y seguid jugando, aprenderán cuando tengan que aprender según su individualidad. Además, creo que depende también de qué llama más la atención al niño de cada objeto.