Imaginen ustedes una historia, un cuento clásico en el que un niño sube al desván de su abuela y empieza a curiosear entre los trastos que encuentra allí. Al lado de una mecedora y de una lámpara de pie, el niño ve un baúl. Como es lógico, lo abre, y dentro, entre vestidos y libros antiguos, encuentra un juguete de lata. El juguete está oxidado, pero conserva sus colores y además tiene puesta una llave en forma de corazón. El niño le da un poco de cuerda y descubre que el juguete sigue funcionando, que se mueve y suena. Lo mira, lo observa, sonríe ante lo curioso que le resulta y se entretiene un rato. Entonces lo vuelve a guardar en el baúl. Quizá no vuelva a usarlo nunca, pero le gusta saber que está allí. Y sabe que, si quiere, podrá volver a cogerlo, enseñarlo a sus amigos y volver a jugar con él.
Lo que quiero proponerles hoy a ustedes es que juguemos con unos juguetes antiguos y algo oxidados, esos que hemos ido sacando de un baúl de vez en cuando y que ahora están repartidos por el blog como juguetes por el suelo de un desván. Me refiero, claro, a esas palabras raras y olvidadas que han ido apareciendo por aquí en diferentes ocasiones y que nos han llamado la atención con sus peculiares formas y significados. Son juguetes del viento raros, es decir, palabras un poco extrañas como semicupio, infusorio, apotropaico, bibliótafo…
En fin, la propuesta consiste en concreto en que elijan ustedes al menos dos palabras de la lista que les doy a continuación; y que esas palabras las utilicen en un breve texto (digamos entre 50 y 80 palabras, un párrafo similar a éste) que habrán de escribir dando muestra una vez más de ese ingenio, gracia y creatividad que caracteriza a los lectores de este blog. Y el texto podrá tener cualquier carácter (cómico, serio, fantasioso, realista, narrativo, biográfico, ensayístico…).
Son palabras raras, es verdad, y es difícil que podamos incluirlas en nuestras conversaciones. Así que el objetivo del juego es precisamente ése: sacarlas del diccionario y darles un poco de cuerda, para ver que siguen funcionando y entretenernos un rato con ellas. Además de los textos que escriban, creo que también resultará interesante ver qué palabras escoge cada uno. Puede que incluso descubramos que alguna es la favorita de la mayoría, o todo lo contrario. Ésta es la lista de palabras que les propongo, y en caso de que quieran saber más detalles sobre ellas, cada una es un enlace a la entrada que le dedicamos en su momento:
-infusorio (célula o microorganismo que tiene cilios para su locomoción en un líquido)
-congrua (renta mínima que se paga a un clérigo para su subsistencia) -semicupio (bañera de medio cuerpo, baño de asiento)
-giróvago (vagabundo; derviche)
-eutrapelia (la virtud que modera el exceso de las diversiones o entretenimientos; la gracia inofensiva, el juego inocente; conversación amable y amena)
-icástico (que representa o imita la realidad tal como es, como en el arte realista; lo opuesto a lo fantastico)
-polímata (sabio, persona de grandes conocimientos de diversas materias)
-concinidad (armonía, elegancia, belleza de estilo, equilibrio)
-numinoso (aquello que nos sobrecoge y nos inspira; lo que nos da miedo y a la vez nos fascina, nos causa temor y al mismo tiempo nos atrae) -inconsútil (sin costuras, uniforme, sin fisuras) -apotropaico (aquello -palabras, amuletos, gestos, ritos- que se cree que aleja el mal o propicia el bien) -bibliótafo (persona que posee libros valiosos y los esconde y oculta a los demás)Como siempre, pueden dejar sus textos en los comentarios a esta entrada o enviármelos al correo, durante los próximos quince días, es decir, hasta el 19 de agosto inclusive. Yo misma escribiré también un texto y en la próxima entrada los publicaré todos para regocijo general. Y como siempre, muchas gracias a todos por su interés.