Jueves

Prometía ser un jueves tranquilo, alegre, de esos que aprovechas al máximo. Y así ha empezado, me he levantado relativamente temprano (a eso de las 8.30) y he estado toda la mañana en la biblioteca de la universidad para estudiar (ni clases ni ostias).
Luego he vuelto a casa para comer y cuando me disponía a volver al estudio ha sonado el teléfono. Es una noticia que no me esperaba, que nadie se esperaba. El padre de mi mejor amigo tiene cáncer de vejiga. Casi que no he podido reaccionar, estaba aún con el shock en el cuerpo, pero al final he podido pronunciar unas palabras. He colgado el teléfono, me he vestido en tiempo récord y me he dirigido a su casa. Allí en el portal estaba el resto del grupo de amigos, no queríamos interrumpir en casa de mi amigo pues estaba llena de familiares para dar su apoyo. Al final mi amigo ha bajado y hemos ido a dar unas vueltas para hablar.
Momentos duros, pero le hemos consolado como hemos podido. Quería desquiciarse con el mundo, así que hemos hablado de todo: las operaciones, de que si el tumor maligno se había extendido o no (cosa que sabrán el lunes cuando reciban los resultados del análisis), los riesgos... todo. Una vez le hemos tranquilizado nos hemos quedado en silencio como por unos minutos demasiado largos. Así que rompí el hielo, estuvimos hablando un rato más e hicimos una abrazada de grupo (realmente acogedora). Luego ya sí que pasamos por su casa, y dimos apoyo a la familia. Y ahora aquí estoy, no sabía si escribir sobre esto o no, pero si no lo soltaba reventaba. Ha sido un golpe realmente duro, sólo espero que ocurra lo mejor. Bueno, tengo ganas de entretenerme un buen rato, así que me pondré a estudiar (o al menos lo intentaré).
Me cago en la puta, todo estaba yendo demasiado bien. Mañana será otro día...