En la piel de un pinguino, que por cierto, no es un personaje que se prodigue demasiado en esto de los videojuegos, veremos como 'despertamos' de una especie de confinamiento en un extraño laboratorio. Enseguida tendremos que avanzar por los niveles recogiendo una especie de píldoras y tratando de liberar a otros congéneres como nos indican algunos carteles en el primer nivel.
Al inicio de nuestra aventura unos pequeños carteles nos servirán de ayuda
Para ello contaremos con diferentes armas, nuestro poderoso salto y la astucia de muchos años a los mandos de los plataformas más duros. Podremos intercambiar entre armas en el mismo juego por cierto, y será crucial que os hagáis rápidamente con la inercia de nuestro protagonista, muy en la línea de tipos como Zool o el propio Sonic.
¿Os suena?
El erizo de Sega es por cierto una de las más grandes influencias a la hora de plantear Ripple Dot Zero. Aquí los niveles discurren a varias alturas, hay multitud de secretos por descubrir, rampas por las que bajar a toda mecha, un mundo entre animado y destartalado. Se nota que los creadores han disfrutado mucho con las aventuras de Sonic y compañía... ¡si incluso casi comparten marca de zapatillas! El cuadro que nos muestra las estadísticas al terminar cada nivel, y algunos otros detalles parafrasea el famoso cartucho de Megadrive en lo que parece ser un reconocimiento a su calidad antes que una copia descarada.
Un buen puñado de planos de scroll
Por otro lado es un título realmente jugable, que pide a gritos una versión para ordenador o consolera con el que disfrutar tranquilamente con nuestro gamepad al frente del televisor. La banda sonora además, compuesta a partir de sonidillos tipo FM tan naturales para nuestros viejunos oidos, encaja como un guante en la aventura, y en más de una ocasión nos hemos visto sorprendidos navegando por otras páginas con la música de fondo...
Luego cogeremos nuevas armas
No esperéis más, apuntad con vuestro navegador a la web oficial y disfrutad de un descubrimiento digno de vuestro reconocimiento.