Revista Ciencia
Muchísima gente basa el paseo de su perro en llevarlo al parque, jugar a tirarle la pelota un rato y volver para casa. Según comentan muchas de las personas que hacen esto los perros son cazadores, juegan a que “cace” una pelota, el perro disfruta, corre, hace ejercicio, y se nota porque cuando vuelven a casa el perro jadea porque está feliz y satisfecho... ¿seguro que esto es así? Veámoslo desde otra perspectiva.
Los perros antes que cazadores son carroñeros, en la actualidad cada vez más científicos desechan la teoría que los perros procedan de lobos domesticados, y apuntan a que evolucionaron hacia perros carroñeros. Evidentemente hay un antepasado común entre lobos y perros, por ese motivo tienen múltiples características comunes, pero uno no procede del otro como nosotros no procedemos literalmente de un mono, sino de un antepasado común y mantenemos similitudes con chimpancés, gorilas etc. Es debido a que son carroñeros, que un grupo de perros aventureros se acercaron a un poblado humano atraídos por el olor de los restos de comida, los humanos vieron que dejando que los perros comieran esos restos tenían un excelente sistema de vigilancia, ya que los perros dormían cerca del poblado y ladraban alarmando de la presencia de animales salvajes u otros peligros. Así empezó una amistad tan intensa que a día de hoy, siguen formando una parte importante en nuestras vidas. Es por su instinto carroñero, que a los perros les apasionan los olores pútridos, y disfrutan rebuscando entre basura, oliendo las deposiciones de otros animales...para ellos es un olor agradable.
Si no le quedara más remedio, un perro podría llegar a cazar algo para comer, con más o menos maña, ya que poseen el mecanismo para poder hacerlo aunque no suelen recurrir a ello.
Es cierto que tenemos varias razas de perros de caza, entre los que hay tres grandes grupos:
Los perros tipo “SET” como el Setter Irlandés, “set” se puede traducir como “marcar”, éstos perros están especializados en marcar la posición de la presa con la elegancia que les caracteriza. Los perros tipo “SPRING” como el Springel Spaniel , “spring” en inglés significa “brinco”, son perros especializados en espantar a la presa para que alce el vuelo y el cazador sepa donde apuntar. Los perros tipo “RETRIEVER” como el Golden Retriever, son perros recuperadores (retrieve=recuperar) que no dudan en ir a buscar la presa corriendo o nadando.
Yo personalmente no me atrevería a calificar de “cazadores” a estos perros, sí son una ayuda inestimable en la caza del ser humano, para ésta función se han ido especializando las razas, pero ellos por sí solos no cazan como lo hacen los gatos, que planean la caza del pajarito, lo matan y luego traen la presa. Los gatos sí tienen un fuerte instinto cazador.
Entonces... ¿por qué persiguen los perros la pelota? Pues porque se lo enseñamos, porque es una conducta que le reforzamos continuamente, nos sentimos orgullosos de ellos cuando van a buscar la pelota y nos la traen. No salen a cazar, saben perfectamente que una pelota no es una presa, simplemente aprenden a coger algo que se mueve rápido.
Uno de los problemas más comunes de éste tipo de juego con la pelota es que el comportamiento de perseguir cosas que se muevan rápido se extrapola a : palomas, bicis, niños corriendo, monopatines, gatos... son perros sumamente reactivos que salen corriendo detrás de algo que se mueva rápido, sin importar lo que sea.
Además del hecho de perseguir, se obsesionan con la pelota. La obsesión puede provocar que el perro constantemente nos pida que le tiremos la pelota, son los típicos perros que saltan o nos ladran en el parque hasta que consiguen que se la tiremos, no se relacionan con otros perros, no huelen el césped, no juegan con otros perros... solo quieren que les tiremos la pelota. Pueden llegar a pelear con otros perros si intentan robarle la pelota, sea suya o no. También hacen algo tan “gracioso” y a la vez tan triste como coger todas las pelotas que les caben en la boca a la vez. Esto no tiene nada que ver con la caza, es una obsesión y como tal, un problema grave.
Aparte de la obsesión, los juegos explosivos de perseguir pelota producen un aumento de segregación de adrenalina en la sangre, de forma que todo el organismo se activa incrementando el estrés, aumentan las pulsaciones, el nivel de actividad, respiración entrecortada... que en determinadas razas de naturaleza nerviosa, como el Border Collie, puede incrementar y mucho el estrés que sufre durante el día. El perro debe hacer ejercicio, pero un exceso de ejercicio es totalmente contraproducente y puede provocar, además del estrés, lesiones en las articulaciones del perro. El perro correrá durante todo el rato que se lo pidamos, se sobreesforzará porque se lo pedimos, pero eso no significa que esté haciendo el ejercicio adecuado. Probablemente si le dejarámos libre corriendo por la montaña, haciendo ejercicio que le apeteciera, no optaría por correr de forma explosiva durante tanto rato.
El juego con la pelota bien realizado, dosificado y como complemento a un paseo estimulante es un juego fantástico, pero se debe realizar un trabajo previo. Se debe enseñar a soltar objetos de la boca, a acudir a la llamada de forma infalible y un buen control de estímulos, para evitar la obsesión. Si los problemas comentados anteriormente ya están presentes, es recomendable acudir a un educador canino para reducir los comportamientos negativos como perseguir monopatines y pelearse con otros perros, y optar por otros juegos.
Agradecimiento: a Sonia Losada (http://sonialosada.blogspot.com.es/) por permitirme publicar este artículo suyo tan sugerente.