Me costó levantarme, no había dormido lo suficiente como para hacerle caso al despertador. Algo hacía que mis neuronas se enviaran impulsos eléctricos mucho más fuertes de lo normal, pero yo sabía quien era el culpable y dejaba que gobernara mi mente, él era: Coron y sus barcos de guerra hundidos.
Nuestro barco zarpaba a las 8 y media y nosotros teníamos que hacernos las mochilas y la parada obligatoria en la panadería para devorar por última vez esos donuts a 10 pesos y esas ensaimadas a 5 con regusto a plátano - habrán más en Busuanga?- me pregunté. Tras chequear nuestros billetes y una espera de reloj filipino en la sala nos montamos en lo que de barco pasó a ser un bangka de grandes dimensiones algo "jodido"- no pasa nada seguro que valdrá la pena!- me dije.
Y así fue cuando nos embarcamos y en una de bien gorda. Por el camino nos diluvió con la consiguiente mala mar, nos hizo un sol tan radiante que nos quemábamos en el interior y sobretodo un dolor de culo inmenso sin posición que escoger en el banco de madera. Albert se llevó la peor parte, la mitad del trayecto lo pasó arriba al "aire libre" y estirado con la cabeza apoyada en un life jacket, mmm...qué le pasó? Efectivamente! Se pilló un mareo de tres pares de narices... aunque en cuanto empezó a divisar montañitas verdes clavadas en el mar se le pasó de golpe, estaría fingiendo? pobrecito..


Desembarcamos en una Busuanga, así se llama la isla en la que te alojas cuando dices que vas a Coron (esta la visitas en los tours) que no nos imaginábamos. Nos pareció una isla enorme aunque menos desarrollada que El Nido y eso fue lo que nos gustó. Andamos los quilómetros necesarios -qué calor!- hasta lo que iba a ser nuestro alojamiento, el que nos recomendaron el día anterior los argentinos. Reconoceré que al llegar no me hizo ni pizca de gracia, su fachada estaba muy dejada, olía a humedad en esa callejuela y además había gente extraña justo enfrente de su portal, pero nada, me dejé de historias cuando vi que era un lugar familiar y visualicé la habitación y su precio, reflexioné y la situación era inmejorable.
Ducha al canto, comprobación de que el wifi continuaba sin funcionar como en la mayoría de alojamientos filipinos y salimos en busca de nuestro objetivo para el día siguiente. No teníamos tiempo que perder, los navíos nos esperaban!
En el Sea Divers, después de mucho preguntar, encontramos la atención que deseamos y pactamos la salida para el día siguiente. No me lo podía creer! 3 dives en 3 barcos distintos! Mi barriga y cabeza derrochaban sentimientos de respeto, miedo, adrenalina y sobretodo ilusión! Y es que yo siempre he dicho que me da más miedo un pedazo de barco dentro del agua que un tiburón, Albert me dice que estoy loca, un tiburón me puede morder y un barco no. Pero es así, que quieres que te diga, a mi eso tan grande hundido, me da miedo!
Mañana os cuento más sobre la experiencia ..
DATOS PRÁCTICOS:* Ferry EL Nido - Coron: Los martes, jueves y sábado sale de El Nido hacia Coron, siendo a la inversa los lunes, miércoles y viernes (domingo no opera). De El Nido a Coron 1.200PHP a la inversa 800PHP (sí así de majos son) - 8 horas de trayecto.
* Oriental Hotel (en la plaza al lado del Tourism Center) 400PHP habitación grande y cómoda con lavabo compartido y wifi que no funciona, para variar. Busca más alojamientos.
* Sea Divers : 3 dives en 3 barcos más comidas 2.900PHP