Revista Tecnología

Jugando a… Rage

Publicado el 18 octubre 2011 por Mugen

Un título desigual, un disco en el que se concentra un potente shooter y un regular título de exploración y mundo abierto, subgénero con el que la compañía coquetea sin profundizar. Rage, la nueva vuelta de tuerca del “postapoliptismo shooter” acierta en lo que mejor sabe hacer la compañía pero no acaba de atinar en todo lo que intenta parecerse a Fallout.


Venga, ¿A qué juego corresponde esta imagen? ¿Fallout, Rage, Enslaved, el cómic de Edén o…?

Ya he hablado de la mezcla de géneros en mi anterior “Jugando a…” dedicado a Dead Island, pero en aquel juego, el mix era inteligente y medido para ofrecer un producto compensado, donde los distintos elementos encajaban bien. Ahora llega Rage, un título que coge un mundo, en teoría abierto, pero lo pasa por la horma de un shooter al uso de nuestros días, produciéndose un extraño desajuste entre linealidad y campo abierto. Para empezar, es inevitable que la cabeza nos devuelva al excelente yermo de Fallout al comenzar el juego y, sin querer, pensemos en niveles, subida de habilidades, de stats, etc. Es lógico (aún más cuando encontramos una pieza de cabezón Vault Boy) pensar en una cierta elaboración de la trama, en una narrativa potente o en unas conversaciones interesantes; amén de unas misiones que te tengan atrapado desde el primer segundo; pues no. Rage sólo toma la parte superficial de un Yermo abierto incrustándole unas “carreteras” por las que nos desplazamos de ciudad en ciudad, sustituyendo la exploración por conducción contra bandoleros y demás pillos, transformando un mundo tipo sandbox en algo más parecido a uno tipo Zelda en el que, simplemente, nos desplazamos del lugar donde se nos encarga una misión hasta el siguiente y, durante ese viaje, nos enfrentamos a una serie de enemigos, en este caso a través de peleas tipo Mario Kart (sí, resulta curiosa la experiencia)

Esto, en principio, no tendría por qué ser malo, simplemente una manera de entender un ambiente y de llevar al jugador de un lado a otro, pero la cosa se pone chunguilla cuando tenemos que realizar misiones tan estúpidas como “Lleva esto a ese pueblo, a Mac Dugan”, tú coges el coche, atraviesas el desierto apocalíptico y ves a Mac Dugan esperándote, le das el paquete y te dice “Vuelve a donde has vuelto y da las gracias por este envío”, con lo que regresas sobre tus pasos para hablar con quien te hizo el primer encargo. Misiones así, no. Esto me hace preguntarme ¿Por qué has escogido una estructura de mundo abierto si luego le iban a sacar tan poco jugo, Id Soft?

Uno puede pensar que es porque el título es una mierda y ya está; pero no es así, porque las misiones importantes, en las que tenemos que disparar y realizar objetivos, las que se desarrollan en “mazmorras” son increíbles. Sí, sí, muy buenas. Pese a ser también lineales, los combates son fantásticos. Las balas escasean, puedes construir gadgets como coches teledirigidos, nuestras ráfagas aterrizan de manera fantástica sobre el cuerpo de nuestras víctimas, las refriegas son duras y los enemigos cambian de cobertura con una agilidad sorprendente, son tan buenas que te obligan a ver el juego de otra manera pese a que su presentación inicial indicara lo contrario (¡Soy un juego de rol! Pues no, mentira) No estamos ante un sandbox con elementos shooter, sino con un shooter que se apoya en un desarrollo cercano a un sandbox para cambiar el ritmo del juego de vez en cuando y permitirnos descansar de las misiones principales para participar en carreras (de nuevo, muy Mario Kart), un juego de cartas a lo Magic (pero no tan profundo), etc y diversas misiones secundarias e incluso coquetear con lo que podemos explorar de los escenarios para recolectar cositas para nuestras armas y mejorar pero no en el sentido estricto de la palabra.


Esto es como una peli de vaqueros: disparar mola, recorrer el desierto, menos

Además, el título es muy bonito, tanto a nivel gráfico como de diseños, pese a que lo que intenta parecer un mundo inmenso no lo es tanto. Rage no es un juego al que acercarse si buscas un Fallout y algo más, sino para aquellos amantes de los disparos que sí, buscan algo más. Id Software ha tomado las bases más fundamentales de un sandbox (misiones de mensajero, un poquito de exploración combinada con carreras) y lo ha unido con lo que mejor sabe hacer: ponernos a disparar y esto lo hace bien de cojones con fases muy bien diseñadas, interesantes, frenéticas e intensas y con la inteligente decisión de quitar el mapa guía del HUD . La segunda parte me ha convencido desde la misión 2, la primera… (que conste que esto mejora a medida que avanzamos en el juego, pero es que al principio cuesta)

En definitiva, un juego divertido y largo, pero que quizás acusa demasiado el contraste entre la calidad tan excelente de los tiroteos en las mazmorras indoor con el medio gas del mundo exterior (que es una gran pista de conducción agresiva). Muy bonito, con un espíritu shooter potentísimo y con posibilidades, pero con unos cambios de ritmo demasiado acusados. Lo más posible es que te suceda como a mí, que te pases las mazmorras flipando con el juego y encantado de la vida y que luego inviertas el resto del tiempo por el yermo deseando que te den una nueva misión de exploración en interiores


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