Jugar en modo "fácil".

Iba a escribir una pequeña introducción, pero que demonios…
Estoy jugando al X-Com en fácil.

De pequeño no me pasaba los juegos, prácticamente ninguno. En la época del c64 y de los 8 bits en general, todo era demasiado difícil para mi y no tenía ni la paciencia ni la habilidad necesaria. En Amiga ya me pasé alguno como el primer Monkey Island con ayuda de mi padre, Another world, Baby Joe, Chuck Rock II y lo mismo alguno más que no recuerdo. Jugué MUCHO, pero los dejaba a medias (o a tres cuartos). En esa época y gracias al X-copy tenía demasiados juegos así que a la que me atascaba y me aburría pasaba al siguiente. Luego en Super Nintendo me pasé algunos más y de ahí en adelante fui consiguiendo acabar juegos de forma más constante.
Me gustaba jugar por jugar. Divertirme pasando un rato con juegos que me llamaban la atención y no veía como requisito indispensable el tener que pasármelo, de hecho conforme avanzaba solía perder el interés si se complicaba más de la cuenta. Pobres developers que se habían currado tantas fases para nada. Claro, era un niño y esa fue mi visión de los videojuegos durante muchos muchos años.

Más tarde, empecé a ver como lo que yo hacía no era lo habitual y conforme pasaba el tiempo y los títulos empezaban a tener curvas de dificultad más suaves, empecé a cambiar el chip. Aún así, me doy cuenta de que no he cambiado tanto. Si un juego empieza a volverse endiablado, lo intento mientras me siga divirtiendo pero no pasa nada si lo dejo colgado, no siento ningún vacío ni se me activa el chip completista que me obliga a jugar hasta acabar. De hecho nunca me he pasado un juego de recreativa si no es con cincuenta mil créditos, no tengo ni la pericia ni la paciencia necesarias.
He jugado mucho, he jugado a de todo, pero nunca he sido ni seré “Hardcore” porque no es como entiendo este divertimento.
Y a qué viene todo ese rollaco? Pues a que el otro día empecé por fin el X-Com (el nuevo) que tenía dando vueltas por la biblioteca mientras decía lo de “algún día lo jugaré”. Normalmente cuando dices eso acabas por no hacerlo nunca pero me sorprendí a mi mismo con esta excepción. Una intro muy chula, motivación a tope y empiezo nueva partida. Es cuando me salta la pantalla para elegir la dificultad y me quedo un rato pensando.

“Normal” suena a la opción más evidente y es que la opción de dificultad para fans del X-Com original (difícil) me hace ver con claridad lo que va a pasar, cabreos y dejar el juego sin acabar. Entonces voy y pincho sobre “Fácil”. Un sacrilegio a tope para la mayoría de fans, sobretodo, del X-com original. Pero sí, lo veo claro, no quiero calentarme los cascos más de lo debido y es que no soy un jugador asiduo a este tipo de juegos y con la vida de adulto que llevo al igual que la mayoría de vosotros, no tengo tiempo necesario para jugarlo a fondo. Nah, para qué poner excusas, aunque lo tuviera lo seguiría jugando en fácil.
Elegir la dificultad más baja es un auténtico riesgo y es que el título no se ha diseñado para jugarlo así. Nos podemos encontrar con mil y una malarias en forma de desbalances sin sentido. Pero oye, quiero ir avanzando y no quedarme atrapado repitiendo una y otra vez la misma misión. Quiero perder algunas veces pero las suficientes para seguir manteniendo el interés.
Con los shooters me siento más cómodo así que tiro con el modo que venga por defecto pero no se me ocurre ponerlo en difícil por la misma razón. Quiero recibir un montón de impactos antes de caer, poder jugármela de vez en cuando y tener alguna opción de avanzar.
Y también he jugado a Darksouls y le dí unas cuantas horas hasta que le cogí el punto. Aún así lo dejé. Entiendo que hay un público para este juego aunque me cuesta creer que a todo el mundo le guste. Es muy profundo, está lleno de buenas idea y es difícil, MUY difícil. En mi caso, seguí jugando hasta que me cansé de morir y estar en tensión todo el rato. El juego te da pistas, te enseña y en cierto punto tienes suficiente información como para sentir que si mueres es por tu culpa pero aún así sigue siendo demasiado para mí. No quiero sentir esa presión. Pongo otro ejemplo, Gods will be Watching tiene una dificultad endiablada y en este caso la considero todavía más alta porque hay una parte de azar que lo convierte en una experiencia algo injusta en ocasiones. No me parece divertido morir una y otra vez sin parar hasta que descubres el camino correcto. La opción de avanzar del tirón gracias tu habilidad o tus buenas ideas a la primera es ínfima en este juego, claro que se supone que esa es también la gracia del mismo.

Todo se resume a donde empieza y acaba el reto para cada uno. De lo que esperas del juego en cuestión y como quieres divertirte con él. Lo mejor de un reto es el momento de superarlo, una satisfacción que consigue saciarte como jugador y es por eso que no veo mal que puedas ajustar ese listón en donde ese desafío sea el que realmente necesitas.
Si quieres un reto sin edulcorantes, para eso se inventó el online y es que ahí la dificultad es la que es. Y en ocasiones me atrevo por supuesto, mis buenos momentos he pasado por ejemplo en Titanfall donde llegué a nivel 80 o en Rocket League donde últimamente estoy triunfando.
Pero es solo una visión más de este, nuestro mundillo. Una opción más de disfrutar de los videojuegos y otro perfil de jugador que no tengo muy claro si es o no habitual. Ser “hardcore” parece ser la esencia de un verdadero jugón pero llegados a este punto paso mucho de las etiquetas y estoy en el punto a que me suenan a cosas de niños, que si “casual” que si “hardcore” que si “gamer” (esa última la odio especialmente). Esta especie de presión de grupo, de club exclusivo, de ganas a pertenecer a un colectivo que se hace llamar “gamer” me parece una soberana tontería. Si no juegas a Dark Souls, no pasa nada. Si te gustan los juegos de móviles, no pasa nada. Si quieres jugar a Doom 2 con cheats, tampoco pasa nada. A disfrutar como bien quieras.

Que por cierto, como dice mi amigo Thethirtythree, “las etiquetas son puro marketing y una manera fantástica de que las empresas de hardware nos cuelen sus productos”. Se podría hablar largo y tendido sobre el asunto pero no quiero gritarle a las nubes (esta vez).
Me gusta jugar cuando tengo tiempo pero a mi manera. Me gustan los retos pero los que veo posible superar y no me tiembla el pulso si en algún momento decido jugar en fácil porque al final la elección está para eso, para poder disfrutar el juego como nos plazca.
Hay muchos tipos de jugadores, los que se compran guías antes de jugar, los completistas, los que se leen cuarenta foros para montarse el personaje definitivo pre-made… Y los que juegan inocentemente hasta donde les alcanza la skill.
Estoy jugando el X-com en fácil. No pasa nada.