Revista Espiritualidad
Muchas más veces de las convenientes mis neuronas hacen asociaciones cuánticas casi incomprensibles para mí y del todo incomprensibles para casi todos. Ahí es donde Muiso se queja del craken que llevo dentro. Ésta es una de esas ocasiones.
El caso es que Roberto Poveda (Huellas del Zen) comentó en la entrada anterior Los Sin Nombre (Anónimos):
"Que zazen sea una práctica colectiva es algo que no está claro. Hay ejemplos innumerables de lo contrario. Desde los comienzons del budismo, pasando por lo 9 años frente al muro de Bodhidharma, hasta los mil dias de meditación solitaria de Kodo Sawaki.
Ya en el Dhammapada uno de los textos mas esclarecedores y antiguos del budismo antiguo (valga la redundancia) podemos leer:
«Si para practicar uno encuentra a un amigo
prudente, sabio y de buena conducta,
atento y feliz, superará todos los problemas,
viviendo con él.
Si para practicar uno no encuentra a un amigo
prudente, sabio y de buena conducta,
que sea como un rey que abandona el país conquistado,
o como un elefante que se pasea solitario en el bosque.
Es mejor vivir solo.
No hay amistad con un tonto.
Evitando el mal y libre de preocupaciones,
es mejor, como un elefante, pasearse solo en el bosque"
Es una suerte si uno puede encontrar una buena shanga, pero si no se tiene esa suerte hay que continuar solo, y, de todas formas, nadie puede hacer zazen por nosotros, más que nosotros mismos."
..... y recordé un correo que recibí de la más pequeña de todas mis hijas, (¡como si tuviera más de dos!) por sobrenombre Libertad. Éste que me encanta. No es que tenga que ver del todo con lo que comenta Roberto, pero algo sí.