Un profesor de ingeniería química de la Universidad de Barcelona ha dado un consejo a aquellos padres que tienen intención de regalar juguetes educativos o juguetes científicos para niños, ante todo deben ser divertidos, la connotación educativa debe ser un trasfondo y no deben ser juguetes que intenten desarrollar científicos precoces.
Como sabemos, la finalidad principal de un juguete es divertir, si además con él se aprende, mucho mejor. Para el profesor algunos juegos son claramente medios para educar y formar conciencias, algo que no resultaría recomendable, ya que dejamos en un segundo plano el principal cometido del juguete, entretener y divertir.
El profesor Claudi Mans reconoce que gracias a juguetes de su época se despertó su pasión científica, cita como ejemplos el juego de química Cheminova o juegos tan conocidos como Meccano, juguete que contenía diferentes piezas construidas de metal con las que montar mediante tornillos un coche, un robot, etc., y que además podía incluir un motor eléctrico, poleas, ruedas y diversos objetos adicionales. Enfatiza nuevamente en la necesidad de que el entretenimiento se base en la manipulación pero no en la educación en un sentido estricto y reglado.
Hay mucha diferencia entre descubrir e imponer, en el primer caso se puede despertar la curiosidad, el deseo y la pasión por aprender más divirtiéndose, otros factores participan en ello, la comprensión, la deducción, la predicción. Una imposición o una forma de juego estrictamente reglada, no facilitan el desarrollo de las características mencionadas. El investigador recomienda además que este tipo de juegos se introduzcan en los niños a una edad tardía, ya que podrían entorpecer el disfrute de otro tipo de actividades más acordes a su edad.
A todo esto es interesante destacar que los jugueteros reconocen que durante los últimos años ha aumentado la demanda de este tipo de juguetes científicos para niños. Según los datos ofrecidos por CefaToys la venta de este tipo de juguetes se ha incrementado en un 18% en el 2009, con respecto al 2008, los datos de este año todavía están por determinar.
La variedad de juguetes científicos para niños o juguetes que utilizan nuevas tecnologías es muy amplia, se pueden cuidar insectos en terrarios específicos (una granja de hormigas), construir un ecosistema para plantas, desarrollar vehículos que funcionan con energías renovables… juguetes difíciles de concebir antaño. A mayor variedad, mayor interés y captación, pero esto marida además con las propuestas que se emiten en los programas televisivos que muestran experimentos curiosos y que los niños quieren realizar también en sus casas.
Los juguetes científicos para niños ante todo deben ser divertidos, y deben contar con las normas de seguridad que garanticen su seguridad, deben haber sido desarrollados por expertos en la materia. Como dice el experto en Andalucía Investiga, en materia de juguetes científicos, la ciencia debe estar adaptada a una normativa severa que regule las cantidades máximas de sustancias y productos que pueden estar presentes en los juguetes. Por todo ello, a la hora de comprar un juguete científico para el día de los Reyes Magos, es conveniente que cuente con las certificaciones europeas que garanticen especialmente la seguridad, y que sus descriptivas muestren claramente que ante todo predominará la diversión.
Foto | Lonoak
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Juguetes científicos para niños, ante todo deben ser divertidos