Los orígenes de Pedro Almodóvar en el cine están marcados por la comedia provocadora y chabacana, santo y seña del director que le cubrió de detractores al igual que le abrió el camino del estrellato. Y es que el manchego no pasa desapercibido y levanta las más extremistas pasiones. Fue sin embargo su madurez la que hizo a un servidor conectar con su cine a través del indudable talento que posee para explorar territorios incómodos del alma humana en general y femenina en particular. Todo sobre mi madre y Hable con ella son sus dos máximos exponentes. Eso sí, nunca ha renunciado a sus orígenes ni a su identidad, y al igual que sus coloridos cánones estéticos más reconocibles son innegociables, el realizador ha recurrido al humor cada vez que el cuerpo le pedía aliviar un poco entre drama y dramón.
Esta historia que nos estrena ahora supone un volver a lo que mejor le sale, que es el retrato de cómo el sufrimiento puede dictar la hoja de ruta vital de las personas, y de cómo la angustia puede separarnos de lo que más queremos. En este caso una madre, Julieta, y su hija, Antía. Rellenando los huecos entre madre e hija nos toparemos a lo largo del relato con algún amante, amigos que aparecen y desaparecen e incluso una asistenta maruja y cubista a la que pone inimitable rostro Rossy de Palma, actriz fetiche del universo almodovariano.
El máximo interés para el espectador no residirá en identificarse con el dolor de los personajes, sino en acompañar la deconstrucción de la enigmática trama hasta un delicado y atinado final en el que las piezas nos van encajando de manera sincronizada con los protagonistas. Se podría pues definir como un interesante melodrama cerebral más que un intento de estrujarnos el corazón hasta dejarnos sin aliento. Otra vez disfrutamos con esta adaptación del texto de Alice Munro del Almodóvar más contenido y capaz de dejar huella.
Emma Suárez y Adriana Ugarte encabezan el reparto interpretando ambas a la misma persona con bastantes años de diferencia. Es la primera vez de ambas actrices con el director, pero el valor asegurado de la primera y las ganas bien enfocadas de la segunda dan con un trabajo principal de categoría, elemento básico para una cinta de estas características.
La preciosista fijación por el color rojo y la música del gran Alberto Iglesias aderezan un viaje temporal más que interesante para el reencuentro del polémico Pedro Almodóvar con algunas de las cosas que lo han definido con denominación de origen como uno de los más importantes cineastas de nuestro país. Su vigésimo trabajo no alcanza los niveles de excelencia de su etapa más internacional y premiada, pero supone un reencuentro con la esencia de lo mejor de sí mismo, claro está, con nombre de mujer: no podía ser de otra forma.
Dirección: Pedro Almodóvar. País: España. Año: 2015. Duración: 95 min. Género: Drama. Intérpretes: Emma Suárez, Adriana Ugarte, Inma Cuesta, Rossy de Palma, Michelle Jenner, Pilar Castro, Nathalie Poza, Darío Grandinetti, Daniel Grao, Susi Sánchez, Joaquín Notario, Mariam Bachir, Blanca Parés, Priscilla Delgado, Sara Jiménez, Tomás del Estal, Agustín Almodóvar, Bimba Bosé. Guion: Pedro Almodóvar, basado en la obra de Alice Munro. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: Jean-Claude Larrieu. Estreno en España: 8 Abril 2016.