En esto de la literatura ocurre como entantas otras disciplinas o aficiones. Un día uno se pasa toda latarde escuchando el “Caravanserai” de Santana o pinchando una yotra vez “Pet Sounds”, “Life's Rich Pageant” y “Dark SideOf The Moon”... pero un día, no sabes por qué, te apetece unasesión con el debut de Poison. Hoy quiero cenar un magret de patocon salsa de pera y mañana disfrutaré como un puerco con un cubo deKFC. Esta noche me pongo “El Padrino” pero ayer estaba tan felizvisionando por enésima vez “Los Goonies”. Así, del mismo modo,yo siento una cierta predilección por los libros cutres, carroñeros,generalmente biografías o inverosímiles ensayos acerca de cualquiersandez sin base alguna. Y los puedo combinar sin problema alguno concualquier obra que tengáis en mente. Por lo tanto, cuando tuve laoportunidad de que cayera en mis manos la autobiografía de JulioAlberto Moreno, por supuesto, no me pude resistir.
Julio Alberto (a secas, se merece serreconocido sin necesidad de apellido) es uno de esos hombres que hatenido una vida digna de ser contada. Lástima de que se haya hechode ese modo. Pero de eso hablo luego. Y volvamos a Julio Alberto, elpersonaje. Lateral de toque finísimo, tuvo la mala suerte de militaren ese Barça de los 80's, de infausto recuerdo y que traumatizó auna generación de culés, por ser el único equipo capaz de tener ensus filas al protagonista de estas líneas, a Schuster, a Maradona, aQuini … y apenas ganar una sola liga, una copa del rey y poquitomás... mientras se pasaba de un dominio vasco a la Quinta delBuitre. Si me permitís el paréntesis, me hace gracia y me sorprendeesa culerada que hoy en día se queja si su equipo no golea todas lasjornadas o no gana todos los títulos. No hace tanto que el Barçaera el eterno segundón de la liga, y a la que se perdían un par departidos de pretemporada, el pesimismo hacía presencia y el “ai,que patirem” era como un mantra en la grada.
Definitivamente, la verdad es algo sobrevalorado
Volviendo a Julio Alberto, tuvo unainfancia difícil, con un padre muy chungo y una madre pocoequilibrada, y en seguida despuntó en Atlético de Madrid, parafichar por el Barça regentado por Núñez en 1982, dondepermanecería hasta 1991. Y luego la caída. Drogas, separaciones desus diferentes mujeres, prostitutas, depresiones, quiebraseconómicas, intentos de suicidio y redenciones. Y ahí es donde sesupone que cobra sentido este libro. Escrito al alimón por el propioJulio Alberto y una tal Carmen Amorós, quien dice ser periodistapero de quien nada he encontrado en Internet (tampoco es que hayabuscado mucho), el libro recoge conversaciones del ex-futbolista conla periodista, acerca de su vida. Cabe decir que está escrito en1994, lo cuál no deja de dar bastante vértigo, si pensamos en los17 años que han pasado. En ese momento es cuando hacía poco que sehabía conocido la caída al pozo del lateral izquierdo, cuandosalieron a la luz sus gravísimos problemas económicos y susintentos de suicidio, lo cuál supuso un pequeño shock para todosaquellos que recordaban al jugador como estrella blaugrana ovistiendo la elástica de la selección española. Tampoco estábamostodos tan acostumbrados como ahora a ver ex-deportistas de élitecayendo en espirales de vicios y bancarrotas.La historia se puede resumir bastanterápido. Julio Alberto no sólo es un jugador de élite sino quetambién da el gran braguetazo casándose con Carmen Escámez, defamilia muy rica, propietarios del Banco Central. Su matrimonio, noobstante, acaba muy mal, aunque tienen a una hija con quien el padreno tiene apenas contacto. El tener de su lado a una familia debanqueros, sumado al propio dinero que su condición de futbolista legenera, hace que muchas personas se acerquen a él en busca de unainversión para negocios que en muchas ocasiones están mal llevados,resultan ruinosos o pasan directamente a la categoría de estafa.Para el recuerdo queda un single que llegó a grabar con CarmenEscámez, una cosa realmente horrorosa pero muy definitoria del tipode vida que llegó a tener el jugador.Julio Alberto y Carmen - Y Te Buscaré / Medianoche en MoscúCon Carmen no es excesivamente cruel ensu libro. Sin embargo, a final de su etapa como jugador tiene otramujer, Patricia, a quien pone deja fina y llega a decir que le hapracticado magia negra. Sea eso cierto o no, dilapidaron juntos sufortuna, y al final, tras una desagradable separación, fue el propioJulio Alberto quien acabó por reventar la caja. Se embarca en unaespiral de drogas y putas, y cuando deja el fútbol, se dedica a otrodeporte, el noble arte del destrozo de habitaciones de hotel. Conmagia negra o no, hay que reconocerle que ha tenido bastante malasuerte en varios episodios de su vida.
"Esta es la historia de un hombre que casi todo lo tuvo y casi todo lo perdió"... alguien dijo sensacionalismo?
La publicación de su libro llega trasel escándalo de haberse hecho pública su situación tanto económicacomo de adicción, aderezado por uno de sus diversos intentos desuicidio. En ese año, sin embargo, al parecer, logra rehabilitarse ysu biografía es una suerte de catarsis y demostración pública quesí, que ya no le da al alpiste. Y ése es el interés del libro.Yo me esperaba más de esto en el libro.
Aunque es de agradecer que no echepaños calientes sobre sus problemas varios, y hable claramente dedrogas, su querencia hacia las señoras que fuman y sus lamentablesnegocios, el libro peca de lo peor que le puede ocurrir a unabiografía de estas características: aburre. Falta algoimportantísimo en este tipo de “literatura”, y son lasanécdotas. Es todo muy solemne, todo un poco con aire de querer darpenica, pero cae en el recurso fácil. La imagen de“yo-era-un-niño-de-pueblo-con-infancia-dura-mal-asesorado-no-lo-voy-a-hacer-más”se recalca, cuando lo que el lector quiere no es juzgar a JulioAlberto. O quizás no ahora, en 2011, tal vez en 1994 sí, porcercanía en el tiempo. En cualquiera de los casos, y no estoy segurode si se trata de una cuestión de pudor, de torpeza literaria o deno dar nombres que puedan comprometer, apenas relata situacionesconcretas. Es todo muy vago. A ver, un tipo que ha salido de fiestacon Maradona, debe tener más cosas que contar. Un tío que regentóuna discoteca en Sitges (con Marcos Alonso de co-propietario). Quegrabó un single de canción melódica. Que se codeó con jet set dela mano de su mujer y la familia Escámez. Que viajó por todo elmundo en una época en la que sólo los verdaderamente ricosviajaban. Un hombre así ha de tener, por fuerza, más cosas quecontar. No puede ser que con una biografía así, el lector acabe,dicho en jerga futbolística, pidiendo la hora. Tal vez sea culpa dela periodista que coordinaba el libro, la tal Carmen Amorós. O talvez el propio Julio Alberto no quisiera remover en demasía elpasado. En cualquiera de los casos, una pena, por tratarse de unlibro que podía haber dado mucho más de sí y resulta ser flojito.Está claro que las biografías de Mötley Crüe, Keith Richards,Slash o Aerosmith estaban, por aquél entonces, muy lejos siquiera deimaginarse. Pero ese estilo, aplicado al este libro, hubieraresultado el ideal.Julio Alberto con Alexanco y Lineker, o el paradigma del Barça ochentero. Ojo al detalle de calidad de escribir mal tanto el nombre como el apellido del delantero inglés: Gary Lineker
Como epílogo a estos 17 años que hantranscurrido desde este “Julio Alberto: Mi Verdad” al 2011, puedodeciros que esa rehabilitación de la que hacía gala entre suspáginas no fue definitiva, y acabó recayendo a sus viejos vicios dedrogas, putas, habitaciones destrozadas, intentos de suicidio ydinero gastado. Ha pasado por ciclos de rehabilitación, por etapasde estar limpio y por otros episodios esperpénticos como cuando en1998 se le acusa de robar en el bar donde trabajaba, tras habervuelto de una etapa de rehabilitación en las Maldivas (??) dondehabía pensado quedarse, incluso había abierto un negocio desouvenirs (????) que, por supuesto, no cuajó. Ha pasado también poralgunas cadenas de TV de poco alcance como comentarista, incluso sesacó el título de entrenador.Para acabar, no puedo resistirme acerrar la entrada con un clásico de este tipo de historias, el finalcon la redención del personaje. Hoy en día, Julio Alberto se dedicaa colaborar con organizaciones benéficas dando conferenciasalertando del peligro de la droga y está vinculado al Futbol ClubBarcelona, en uno de esos cargos indeterminados. Podéis seguirle ensu blog. No lo lleva muy actualizado, 3 entradas en los últimos 6meses, pero ¿quién soy yo para quejarme al respecto?Canciones:Pearl Jam: "Bushleaguer"Adelle: "Rolling in the Deep"Generation X: "Revenge"