Revista Deportes
Otra muesca en el revólver. Esta en deshonra de "Pasión", el muerto viviente herrado a butano en el rancho de Garcigrande e indultado ayer en Arles. Ni el pistolete de Billy el Niño tenía tantas melladuras simbólicas ni un ranchero nunca tuvo número tan alto de resucitados de entre los muertos cuando el matadero y sus cenizas debieran de ser el único destino honroso posible de la vacada.
Leo en los portales taurinos, que viendo su contenido a veces deberían de llamarse trasteros taurinos, que es el tercer toro ¿? de Garcigrande que se indulta esta temporada. Abril, indultos mil. Y que el Juli en ocho corridas y un festival ha indultado otros tres bichos, que se escribe pronto. Ahora que se manejan tantos datos y cifras para defender la muerte pública de un animal, vamos a poner nuestro granito de arena y con la ayuda de la vieja y su cuenta vamos a colocar a el Juli donde se merece.
Al dividir nueve festejos entre tres indultos da como resultado tres, que quiere decir que por cada tres corridas se le perdona la vida a un bicho. Como no mata miuras ni cuadris, que no caben en la muleta, que lo suyo son esas fieras de Daniel Ruiz, Zalduendo o Garcigrande, tenemos que dividir los quinientos kilos -pesados con alegría, como si fuésemos veterinarios de las Ventas-, entre esas tres tardes que tarda en rescatar a uno de ellos de la muerte. Nos da poco más de 166. En este caso, kilos de indulto por tarde. Como la crítica lo que exige ahora es que nos pongamos finos y que se note que el toreo está en en la cresta de la ola cultural, démosle un toque barroco a la cifra pasando los kilogramos a arrobas, medida mucho más clásica dónde va a parar. Nos da catorce. Se entiende que arrobas de toro indultado por tarde.
Sin duda, con los datos en la mano, podemos decir que July, el de las catorce arrobas, es el torero más importante de la Historia.
Y para muestra de su importancia, el último julyndulto, concedido merced a una faena basada en circulares y martinetes.