JustMad, savia nueva en tiempos de sequía

Texto e imágenes por Javier Girón

Hace unos días publicábamos nuestras impresiones acerca de la reciente edición de ARCO. Durante unos días Madrid vibró con una actividad artística febril, de la que la gran feria fue tan sólo el epicentro: arte en la calle, eventos especiales organizados por galerías, inauguraciones de grandes exposiciones, etcétera. Y, por si fuera poco, nada menos que otras dos ferias de arte.

JustMad es una de ellas. Terminada su tercera edición, es una feria jovencísima que, a pesar de ello, ya ha sufrido transformaciones. Entre otras cosas, ello se debe a su carácter itinerante. Este año el escenario escogido fue el hotel Silken Puerta de América, un establecimiento que ha hecho de la arquitectura interior más vanguardista su estandarte. O para ser exactos, es su parking lo que fue escogido. Sobre un brillante suelo de color naranja, entre líneas delimitadoras, números de plazas de aparcamiento, flechas indicadoras de sentido, barreras y espejos convexos, el arte emergente más fresco desplegaba sus diversas manifestaciones en un entorno un tanto claustrofóbico y, huelga decirlo, mucho más reducido que los enormes pabellones de ARCO.

JustMad es la feria del arte que no aparece en los grandes medios ni en las agendas de los grandes coleccionistas. Pero ello no es óbice para ofrecer un arte de calidad. En ella pudimos ver interesantes obras de artistas como Virginia Frieyro, Javier Calleja (con sus minúsculas delicatessen escultóricas sobre pared, que también pudieron verse en ARCO), Nuno Nunes-Ferreira, José Ramón Aís (y sus impecables fotocollages), Rosana Antolí (que compartía proyecto con Guillermo Martín Bermejo), Pablo Morata, Anthony Gayton, Santiago Talavera (con su deslumbrante tríptico Desde el vomitorio) o Fabio Camarotta. En definitiva, arte con todas las letras. Y dibujo, mucho dibujo: un medio que parece estar viviendo una nueva época dorada desde hace algunos años. Así lo atestiguan iniciativas como el Premio de Dibujo Museo ABC, celebrado en el marco de JustMad 3, que recayó en el artista Martín Vitaliti.

Santiago Talavera, “Desde el vomitorio”

Cabe mencionar la sección Forevertonight, que consistía en una serie de intervenciones realizadas por diversos artistas en sendas habitaciones del hotel, en un intento algo forzado de extender el espacio expositivo a todo el ámbito del edificio. Algunas trataban de dialogar con la estancia (y lo conseguían, como la sugerente intervención de Ignacio Llamas en la habitación diseñada por Zaha Hadid); y en otras, como las piezas de Varvara Guljajeva y Mar Canet, aquélla simplemente servía de espacio en el que mostrar sus trabajos. En cualquier caso Forevertonight quizá pueda considerarse el punto más débil del evento, precisamente por su pretensión, efectista pero un tanto insulsa, de conjugar a cualquier precio arte plástico y diseño arquitectónico. Al fin y al cabo, un hotel no es más que un hotel.

Ignacio Llamas + Zaha Hadid

El caso es que, en su tercera edición, JustMad se consolida como el nuevo escenario del mercado del arte emergente. Un espacio para las galerías que apuestan firmemente por el arte joven y no pueden permitirse jugar en la gran liga. Una feria juvenil que aporta savia nueva frente a los territorios tutelados por su omnipotente (y un tanto despótica) hermana mayor, que con su sección Opening ya disputa su trocito de pastel a los circuitos menores. Habrá quien diga que esto no es cierto, que Opening ARCO sólo trae galerías extranjeras, que cada feria tiene su nicho propio. Emponzoñado por la crisis, sólo el tiempo dirá hacia dónde camina el mercado de las ferias de arte en España: si hacia la multiplicidad o hacia la polarización. Por el bien del arte (que equivale a decir de la pluralidad), esperemos que el pez grande no se coma a los pequeños.

Javier Calleja