Revista Espiritualidad
#136, 14 de Noviembre 2011: Juzgar
El acusado se para desamparado ante el juez.La pluma está lista para dirimir entre el bien y el mal.En un trazo arbitrario,La vida es decidida de pronto.
¿Tienen Tao los jueces? Desapasionados al punto de la crueldad, haciendo distinciones en base a reglas arbitrarias, ¿pueden ser parte de una visión humanística del Tao? La respuesta depende del
Esas leyes son el Tao de la sociedad. Una vez que estas en el mundo de la gente y lejos del mundo de la naturaleza, estas inmerso en distinciones dualísticas. Entonces conceptos tales como rectitud y misericordia tienen significado. El juzgar es el proceso de comparar ideas para encontrar concordancia o desacuerdo con el Tao de la sociedad. Los hechos deben ser examinados a fondo. Los jueces deben aplicar distinciones clara y sabiamente. Lo que esté en concordancia es la verdad.
De la misma manera, todos somos compelidos a examinar las circunstancias en el curso de nuestras vidas. Esa es parte de las responsabilidades del ser humano. Abrazar el Tao no te exime de la necesidad de juzgar y tomar decisiones. Somos ambos, juez supremo y acusado. Cuando llegue tu día final, tú mismo debes ser el examinador. ¿Lo has hecho bien? ¿O has malgastado tu preciosa existencia? Tú debes decidirlo.
La meditación de hoy para el hemisferio norte es la #318, Cantar
#318
Cantar
Viene lluvia, y los pájaros- Siluetas contra el cielo nacarado- Responden excitados en canción. Abren sus gargantas al néctar del cielo, Y riman con las gotas.
Toda la naturaleza es canto. A veces la canción está en clave menor, con tonos púrpuras que agitan el alma, desbordando el corazón con emociones contenidas. A veces es alegre, lleno de ricas melodías y grandiosos acordes que producen eléctricos estremecimientos. A veces desciende a modos extraños, cantos guturales y oscuras disonancias.
Depende de cada uno de nosotros el cantar según sintamos que nos mueve el canto general de la vida. ¿Armonizamos con él? ¿Cantamos un contrapunto? ¿Emitimos sonidos discordantes a propósito?
Tal vez un estudioso que se encuentra con el Tao por primera vez se esfuerce por armonizar con él, pero eso no es todo lo que hay para tener una relación con el Tao. El Tao nos da el fondo, las circunstancias amplias. Depende de nosotros el coincidir con él, ir en contra, o revolotear en ángulos oblicuos. No veas al Tao como una gran corriente inexorable en la cual flotamos como troncos muertos. ¿A qué podría llevarnos eso sino a un atolladero?
No, seamos como los pájaros. Que cantan cuando el Tao les manda lluvia. Que saben qué hacer cuando llega el invierno. Que bordan el cielo con sus propias trayectorias únicas. Que cantarán un contrapunto cuando lo necesiten. Que cantarán poesía discordante cuando deba serlo y que rime cuando sea adecuado.
vía VivirTao
Imágenes Cyril Rolando, Lexphoto