¡Saludos una vez más! De cara a mi segundo artículo de este martes para la revista digital Tecnotitlan.net, he decidido recuperar una idea que tenía en el tintero para escribir sobre ella aquí, y que, por un motivo u otro, he ido aplazando. Por fin, hoy he decidido recuperarla y hablar sobre ello. Se trata de una idea nacida en Bilbao, mi querida ciudad, algo que hace que me guste aún más si cabe (qué se le va a hacer, a los de Bilbao nos gusta presumir de nuestra ciudad y todo lo que sale de ella ;D ).
No es que vaya a hablar ni mucho menos de algo que sea totalmente desconocido, ya que se ha ganado su fama por la calidad que tiene, pero creo que nunca está de más hablar de cosas que merecen la pena por si a algún que otro despistado no le ha llegado la información. Desde ya advierto de que se trata de algo difícil de clasificar, ya que tiene múltiples funciones y usos, pero creo que precisamente es ahí donde está uno de sus encantos. Dicho eso, os dejo con los detalles sobre el protagonista de este post, que no es otro que Karmacracy.
Karmacracy es muchas cosas en una, por ejemplo, un acortador de direcciones URL, un medidor de la influencia de las redes sociales, una forma de descubrir contenido, un “juego”, e incluso una forma de ganar algo de dinero – que nunca viene mal en los tiempos que corren -. Como acortador, la utilidad que tiene, está clara, obtener a partir de una dirección web larga, una más corta, y por lo tanto más fácil de recordar, y que no nos robe tantos caracteres de cara a escribir algo con enlace en Twitter.
Una de las cosas más interesantes para los que tengáis web o blog y seáis muy activos en las redes sociales, es el uso de Karmacracy como medidor de influencia y alguna que otra estadística más. Con cada cosa que compartáis a través de Karmacracy, podréis saber datos como cuántos clicks ha obtenido cada enlace, de qué países, en qué red social, e incluso qué días y horas tiene más éxito aquello que compartáis, lo cuál os puede servir como orientación.
Una de las cosas que más me gusta de Karmacracy es que da la posibilidad de descubrir contenido interesante de otros. Si empezáis a usarlo, veréis una sección llamada “Descubre”. En ella, hay dos opciones, “personalizados”, que recomienda enlaces ajustados a vuestros gustos, y popular, que recomienda los enlaces más relevantes.
Aludía a Karmacracy también como un juego. Eso se debe a que implementa un sistema de insignias, una de las herramientas de la gamificación. Ellos lo llaman nuts, y las recibiréis al completar una serie de logros. Por último, también decía al principio que, con Karmacracy se puede ganar dinero. Esa es una de las últimas posibilidades que han añadido a través de la opción llamada cAds. Se trata de compañías que ofrecen compartir enlaces a usuarios de Karmacracy, y pagan por cada click obtenido a dicho enlace. Nadie se va a hacer rico con esto, desde luego, pero puede ayudar a darse algún capricho. Lógicamente, a más popularidad tengáis en las redes sociales, mayor posibilidad de que alguien abra uno de los enlaces de cAds que hayáis compartido.
Eso es en esencia Karmacracy, algo complejo de definir pero muy completo, interesante y social. Si queréis probarlo, ésta es su página web. Podréis crear vuestro usuario introduciendo los datos que os requieran o bien usando alguna de vuestras redes sociales, como Twitter, Facebook o Linkedin. A parte de eso, también podréis usar Karmacracy como app y como widgets.