Kate Middlelton y Sarah Burton dos sueños que se hacen realidad

Por fin se ha cumplido el evento más esperado seguido por millones de espectadores, la boda real entre William y Kate.

La esposa ha conseguido mantener en secreto el estilista de su vestido hasta el momento de aparecer al público, logro al que aspira cualquier novia.

No sorprende que haya elegido una marca británica mostrandose una buena patriota de su país como siempre hace Leticia eligiendos modelos de diseñadores españoles.

Kate Middleton ha logrado cumplir el sueño de muchas casandose con un principe y llevando un vestido diseñado por, la hasta ahora desconocida, Sarah Burton ha hecho realizar también el sueño de la diseñadora, que ha tenido el honor de poner su nombre al vestido de novia que sin duda se va a convertir en el más imitado y el más querido por todas las novias del mundo.
Sara Burton trabaja en Alexander McQueen desde el 1996 pero obviamente su nombre iba escondido detrás el del diseñador británico hasta su muerte cuando la joven diseñadora ha tomado su lugar.

El vestido de Kate es muy sobrio (más de lo esperado), de color marfil con un cuerpo de Tafetán de seda y un escote palabra de honor con cuello y mangas de encaje y una cola de menos de 3 metros (muy poquito para ser un vestido de princesa).

Kate ha optado por dejarse el pelo suelo coronandolo con una diadema de los años 30 de Cartier cedida por la Reina.

La elección de Kate le va a ir muy bien a la marca british poniendo en todo lo alto su nueva estrella.

Muchos lo han comparado al vestido de novia de Grace Kelly, lo cierto es que con esta mezcla entre moderno y vintage con el utilización de tanto encaje cumple perfectamente con las tendencias de la temporada.
La que por cierto no ha acertado su elección de vestido ha sido la princesa Letizia que por cumplir las etiquetas se ha pasado al otro extremo pareciendo un mujer de la post guerra.

Sabíamos que iba a ser rosa pero no pensaba en una tonalidad tan apagada como el rosa palo, de encaje obviamente, largo hasta las rodillas y recto sin marcar formas. Es un vestido de Felipe Varela de clara inspiración en los años 20 que no le favorecía nada, es verdad que la princesa está muy delgada pero hay manera de sacarle partido a su delgadez.