Año tras año cúmpleme el privilegio de felicitar en tal día como hoy a una persona que conocí ha ya bastantes años, cuando apenas si disimulaba su tierna adolescencia bajo una personalidad clarividente y una disposición nada común al estudio y al trabajo.
Han pasado las décadas y las expectativas han cristalizado en una espléndida realidad, y aquella jovencita está brillando en la vida como docta estudiosa y laboriosa profesora, alcanzando metas que antaño pudieron parecer imposibles, pero que la realidad de las redes sociales luce y quiere evidenciar, ya que sus docencias on line son procuradas por bastantes alumnos de toda clase, cultura y edad, hasta el punto que son ya más de ocho mil sus seguidores y sus publicaciones se utilizan como reclamo para ofertas comerciales de todo tipo.
Y si a esas inusuales aptitudes profesionales se suma la calidad y delicadeza de carácter que adorna a esta Katia que gloso, estaremos bordeando la perfección maravillosa en el afecto.
Así pues, una vez más (y ojalá sea durante muchos años) me precio en felicitar por su aniversario a esta mujer mitad ciencia mitad poesía, que podría ser, y es, el paradigma de la integración de la esencia centroeuropea en la cultura mediterránea y española.
Plúgale al buen Dios, querida Katia, cuidarte y protegerte en tu vida diaria y seguir inspirándote las mejores vivencias, para que sigas siéndonos la bella dama que adoramos, la profesora que elogiamos y valoramos y la mujer adorable que ilumina nuestras vidas.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA