Aún recuerdo cuando le conocí, jovencísima ella, en Vyshgorod (oblast de Kiev, Ucrania) en el hogar en el que crecía junto a su madre.
Era una bella muchachita, algo tímida, muy inteligente y apariencia retraída.
Supo asumir con la reciedumbre que su madre le contagiaba los avatares de los cambios de familia y entorno social y sus estudios en Valencia, España.
Ha sido brillante en sus carreras y estudios de Comunicación Audiovisual, Periodismo y Filología inglesa, de manera que es una de las más acreditadas profesionales de la capital del Turia.
En esta fecha procede, es justo, celebrar su cumpleaños, en esa espléndida juventud suya que va alcanzando fructífera madurez, junto al hombre que le complementa solícito y le permite brillar en la vida familiar y social.
Son ya muchos años cantando las excelsitudes de esta Katia a quien todos (yo el primero) queremos de veras, porque se lo merece y porque nos ha conquistado, y por eso en esta fecha lo proclamamos al mundo del que ella ya es ciudadana notable, por lo mucho que ha viajado para conocerlo y lo bien que lo ha narrado, desde su Valencia casi natal, que se enorgullece de contar entre sus moradores con esta española ilustre.
Felicitaciones a Katia y a su maravillosa madre, Tamara, porque ellas dos han logrado hacer feliz a mucha gente, entre la que me incluyo como privilegiado.
SALVADOR DE PEDRO BUENDÍA
Revista Opinión
KATIA: La flor de Ucrania ya ciudadana del mundo, desde su vida en Valencia y España
Publicado el 10 octubre 2017 por SalpebuSus últimos artículos
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