El otro día leí una entrevista a Ken Follet que me gustó. El titular de la misma era: "Me encanta ganar y gastar mucho dinero". También apunta: "La clave de un best-seller es que el lector se vincule emocionalmente con la historia, que su corazón lata más rápido". Las cifras de sus ventas son espectaculares: 116 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo. Su primer anticipo fue de 300 euros, y por la trilogía The Century ha cobrado 32,6 millones de euros. Sus diez primeras novelas apenas se vendieron. Reproduzco la entrevista.
Llega a la cita con exquisita puntualidad británica. Elegantemente vestido, en tonos azules y con su cabello blanco cuidadamente descuidado. Lleva un par de días concediendo entrevistas, así que se lo toma con calma y afronta el nuevo interrogatorio parapetado tras un té. Typical british.
¿Lleva la cuenta de los libros que ha vendido? Sí, claro. De vez en cuando hay que hacer un recuento, aunque resulta difícil, porque son muchas novelas publicadas en muchos países diferentes.
Pues se lo pongo fácil: 116 millones de ejemplares. ¿Cómo se le queda el cuerpo?
Me hace sentirme bien, porque eso es lo que siempre he querido conseguir.
¿Entonces escribe para vender? ¡Oh, claro! Para vender y para encantar a la gente. Si encandilas a la gente, acabarás vendiendo millones de ejemplares. Lo importante aquí son las historias. Por supuesto, me encanta ganar mucho dinero y gastar mucho dinero pero, aunque no se me pagara tan bien, me seguiría encantando contar historias y que la gente se enamorase de ellas.
Usted es culpable de muchas ojeras en lectores que no pueden dejar de leer sus libros... Es un halago para mí... y he de reconocer que a veces, como lector, a mí también me ocurre. Estoy leyendo un libro, miro el reloj y pienso: "Tengo que dormirme, que mañana empiezo a trabajar temprano", pero algo dentro de mí me impulsa a leer un capítulo más.
¿Cuál es la fórmula para escribir un best seller? La clave aquí es que se vincule al lector emocionalmente con la historia, que el latido del corazón del lector sea más rápido, que las lágrimas le afloren, o que sienta rabia por lo que le ocurre a uno de los personajes, o que tema por lo que va a suceder a continuación. Si vinculamos a la gente de esa manera, el lector sigue pasando las páginas... y es lo que hace que los libros se vendan.
¿Y con qué libros se ha sentido Ken Follet vinculado en lo emocional últimamente? Estoy leyendo el último libro de Lee Child, que en este momento es el mejor escritor de thrillers. También me ha gustado Freedom, de Jonathan Franzen: es bastante polémico, pero escribe muy bien.
Pero ahora hablamos de usted. Su última novela, La caída de los gigantes, tiene ni más ni menos que 122 personajes. ¿Con cuál se siente más identificado?Con una mujer que por sí misma no tiene poder, pero está rodeada de gente que sí lo tiene: habla con todo el mundo y siempre sabe lo que está sucediendo. Durante los últimos quince años, yo me he encontrado en esa situación: mis amigos han sido personas que han controlado el Gobierno y, por tanto, he conocido las decisiones que han tomado y los problemas a los que se han enfrentado, aunque no pudiese tomar decisiones.
Y en toda su obra, ¿cuál es su personaje estrella? El prior Philip, de Los pilares de la Tierra... aunque es un personaje extraño para mí, por su celibato [risas]... pero lo vive con alegría y tiene una gran fuerza moral. Es la clase de persona que yo admiro.
¿En qué se inspira para crear los personajes? Los personajes tienen que hacer lo que precise la historia. Mis novelas están impulsadas por la trama y, en función de la trama, elijo protagonistas que se correspondan con lo que quiero transmitir.
¿Superará la trilogía The Century el rotundo éxito de Los pilares de la Tierra? Espero que sí. Siempre quieres mejorar y éste es mi proyecto más ambicioso. Existe una diferencia importante: en Los pilares de la Tierra la mayoría de la historia sucede en un pequeño poblado; en La caída de los gigantes, sin embargo, el relato es mucho más disperso, así que la cuestión es concentrar todo el mundo del siglo XX de tal manera que los lectores se sientan identificados.
Con esta dedicación exhaustiva a la escritura, ¿aún tiene tiempo para su banda de rock? ¡Claro! Todos los lunes por la noche. Ahora estamos tocando un tema que me encanta, del grupo ZZ Top, llamado Woke Up With Wood (Despierto con madera).
¿Esto era lo que anhelaba cuando soñaba ser escritor? Sí. Estoy viviendo mi sueño y me siento muy afortunado por ello. Pero el éxito no llega solo: el secreto es trabajar.