Este japonés casi sexagenario, es responsable de uno de los fenómenos más importantes en la historia de los videojuegos: la creación de PlayStation. Aunque ahora Nintendo ha cogido fuerza de nuevo con Wii y DS, no hay que olvidar que durante más de una década Sony le arrebató el liderato dentro de la industria, y PlayStation era prácticamente un sinónimo de consola de videojuegos. ¿Cómo consiguió este sistema entrar en un mercado tan complicado de manera tan exitosa? ¿Qué ocurrió para que su creador se fuese de la compañía?
Super Nintendo, el punto de inflexión
Después de que Ken Kutaragi se graduase con nota en Ingeniería Electrónica en la Universidad de Telecomunicaciones de Tokyo en 1975, pasó a las filas de Sony, en las que comenzó a trabajar con pantallas LCD, videocámaras, y otros dispositivos punteros para la época. Como ya ha declarado en alguna ocasión, estaba bastante contento dentro de la empresa, ya que le ofrecían completa libertad para trabajar en los proyectos que más le interesaban.
Después de comprar una Famicom a sus hijos y ver las posibilidades que tenía el mercado de los videojuegos, pensó que su tecnología de audio era bastante limitada, y por eso decidió acercarse a Nintendo para proponerles un chip de sonido avanzado en su próxima consola. El resultado fue la creación del SPC700, un chip impresionante diseñado en secreto por el propio Kutaragi -no dijo nada a sus superiores hasta tenerlo prácticamente terminado-, y que daba una ventaja a Super Nintendo en el apartado sonoro frente a otros sistemas rivales. Eso sí, para explotar apropiadamente el chip, había que comprar un kit de desarrollo de Sony, así que la “jugada” le salió redonda.
Cuando Nintendo se quiso adentrar en el mundo de los discos ópticos a principios de los noventa, supo perfectamente a quién acudir, y por tanto el equipo de Kutaragi comenzó el desarrollo de un periférico de este tipo para la 16 bits de Nintendo, y un nuevo sistema con CD-ROM basado en la tecnología de esta consola. El proyecto, con el nombre en clave de PlayStation, parecía ser la mejor baza de Sony para introducirse con buen pie en el mundo de los videojuegos, aunque tampoco hay que olvidar que la compañía ya dio sus primeros pasos con el estándar MSX varios años antes.
Sin embargo, Hiroshi Yamauchi no tenía claro que este proyecto fuese a beneficiarles demasiado, sobre todo si tenemos en cuenta los elevados royalties que exigía Sony por cada juego producido para este nuevo sistema, y el hecho de tener que depender de ellos para fabricar los juegos. El golpe final se ejecuta en 1991, cuando Nintendo firma un acuerdo con Philips para que les desarrolle la unidad de CD, dando así la espalda a Sony. En la industria japonesa, este tipo de “traiciones” está muy mal vista, y aunque Sony se vio humillada, trató de continuar su relación con Nintendo. De hecho, en el Tokyo International Electronics Show de ese año presentó su prototipo de PlayStation, que era capaz de ejecutar los juegos de Super Nintendo en cartucho, y nuevos títulos en CD-ROM.
Al año siguiente, Nintendo anuncia que rompe su acuerdo con Sony, y que sigue por su cuenta con Philips. Pese a todo, el proyecto se cancela en 1993, después de que Silicon Graphics entrase en juego para crear la siguiente consola de Nintendo, haciendo que la ampliación de su consola de 16 bits sea vea como innecesaria.
PlayStation, la venganza de Sony
Kutaragi ya se había quejado a principios de 1992 de las decisiones que se estaban tomando conjuntamente con Nintendo, ya que PlayStation comenzó siendo un sistema de videojuegos completo, y con los últimos acuerdos, Sony se estaba viendo relegada a desarrollar títulos educativos para el periférico de Super Nintendo. En una reunión con los ejecutivos de la compañía, comentó que estaba desarrollando un sistema completamente nuevo, capaz de renderizar gráficos en 3D -con tecnología basada en el proyecto System G, diseñado para la generación de efectos especiales en televisión-, pero que requería unas inversiones en tecnología considerables.
Cuando le aprobaron el proyecto -no sin ciertas reticencias-, Kutaragi fue redestinado a Sony Music junto a otros nueve ingenieros, para que trabajase en el sistema junto al equipo que estaba trabajando en crear CDs musicales, uno de los grandes negocios de la compañía por aquel entonces. En verano de 1993, la compañía finalmente vio que el proyecto era viable, y otras divisiones de la compañía se movilizaron para que PlayStation fuese una realidad. Un joven Phil Harrison consiguió el apoyo de muchas desarrolladoras -gracias, sobre todo, a un beneficioso sistema de royalties para todos-, lo que fue clave para que al año siguiente la consola contase con un catálogo con el que hacer frente a sus rivales.
Aunque claro, el hecho de que la tecnología de PlayStation fuese capaz de ejecutar demos como esta, también ayudó a convencer tanto a compañías como a usuarios…
Otro factor a tener en cuenta en el éxito de la primera PlayStation, fue el precio. Kutaragi apostó por un precio bajo, inferior al coste de fabricación, debido a dos factores: la bajada del coste de los materiales con el tiempo, y el hecho de que la mayor parte de los beneficios venían por las ventas de software. Como todos sabemos, el tiempo le dio la razón…
Una nueva generación
El éxito de PlayStation, así como su visión estratégica, le valió a Kutaragi un puesto de directivo en la nueva división Sony Computer Entertainment (SCEI), que en 1997 se convirtió en el negocio más lucrativo para la compañía. Sin embargo, en lugar de quedarse con los brazos cruzados y acomodarse, se embarcó en el diseño la la sucesora de PlayStation.
A finales de 1998, con una Saturn prácticamente agonizante, SEGA se jugó todo a una carta: Dreamcast. Esta consola superaba técnicamente a todas las que había en el mercado, e incluso tenía de serie la posibilidad de conectarse a Internet. Sin embargo, le faltaba un detalle que Sony supo explotar: el lector de DVD.
Unos meses después, concretamente el 2 de marzo de 1999, Ken Kutaragi se encargó de presentar PlayStation 2, que ya no era solo una consola de juegos, sino un centro multimedia de entretenimiento. Como hemos visto después, esta afirmación no era del todo cierta -PS2 es esencialmente una consola con alguna característica multimedia, pero poco más-, pero a Kutaragi la jugada le salió redonda. A pesar de que el catálogo inicial dejaba mucho que desear, la consola arrasó en ventas desde el primer día -vendió casi un millón de consolas en Japón el primer día-, gracias al hype creado con las promesas de su Emotion Engine -desarrollado conjuntamente con Toshiba-, y la posibilidad de tener un lector de DVD relativamente económico.
El principio de la decadencia
En 2003, y a pesar de tener discrepancias con el CEO de la compañía, Kutaragi fue ascendido, y consiguiendo así mayor control sobre todo el departamento de electrónica de consumo dentro de Sony. Con este poder en sus manos, intentó conseguir que la compañía volviese a los tiempos de gloria del pasado, ya que había criticado anteriormente los vanos esfuerzos por sacar un dispositivo que hiciese frente al ya por aquel entonces popular iPod de Apple.
Sin embargo, no tuvo éxito en esta tarea, y su apuesta por llevar el ocio interactivo a un nuevo nivel con su PSX -una especie de vídeo digital basado en la tecnología de PlayStation 2- fue un rotundo fracaso. Su único acierto fue el interfaz, ya que en este dispositivo debutó la XrossMediaBar (XMB), que luego hemos visto en PSP, PlayStation 3, en muchos modelos de Bravia, y en otros dispositivos de la compañía.
PSX, el gran fracaso de KutaragiComo resultado de estos fracasos, en 2005 fue Howard Stringer el que tomó las riendas de Sony, en vez de Ken Kutaragi, que siempre había deseado el puesto de presidente desde hacía años. Por si fuese poco, Stringer le quitó alas a Kutaragi, y volvió a ser “solo” director de SCEI.
El fin de una etapa
Poco antes de esto, el equipo de Kutaragi había lanzado al mercado PlayStation Portable -a la que definió como el Walkman del siglo XXI
-, una portátil que, si bien no ha conseguido desbancar a las de Nintendo, sí que las ha plantado cara con dignidad, sobre todo en Japón.
Lo cierto es que cuando se presentó por primera vez, muchos pensamos que iba a arrasar el mercado -las características técnicas quitaban el hipo hace cinco años-, pero una serie de pequeños errores, como el desafortunado formato UMD, la falta de apoyo de algunas compañías, y algunos movimientos poco acertados como el lanzamiento de PSP Go, han hecho que no haya brillado tanto como se merecía.
La última creación de Kutaragi llegó a finales de 2006, con el lanzamiento de PlayStation 3. Previamente, se había ocupado de ponernos los dientes largos, afirmando que la verdadera alta definición llegaría con esta consola, y que Xbox 360 no era más que una Xbox 1.5, intentando justificar el alto precio inicial de la consola: 599€. Finalmente, el resultado no fue el esperado -al menos en un principio-, algo que le decepcionó bastante… y también a la cúpula de Sony.
De hecho, a finales de Noviembre de 2006, fue sustituido por Kaz Hirai como presidente de SCE, aunque le fue otorgado otro cargo de directivo dentro de la compañía. Sin embargo, unos meses después se le nombró presidente honorario, algo que venía a ser equivalente a un retiro…
A Kutaragi siempre le gustó tomar decisiones arriesgadas, y al final esas apuestas le jugaron una mala pasada. Sin embargo, no se puede negar que su carrera ha estado repleta de éxitos, y como ingenierio no tiene rival, siempre apuntando a lo más alto. Lo que me parece algo triste, es que seguramente no será recordado por sus momentos más brillantes, sino quizás por su arrogancia. Sin embargo, no hay que olvidar que hasta genios como Gunpei Yokoi metieron la pata alguna vez…
Actualmente, algunos alumnos de la Universidad Ritsumeikan reciben clases suyas, y habrá que ver las sorpresas que nos guarda Cellius, una compañía creada en 2007 por Sony y Namco Bandai de la que es el actual presidente. Sin embargo, la gran incógnita es saber cómo serán las próximas generaciones de PlayStation, ahora que Kutaragi no está al frente del proyecto… ¿conseguirá Sony recuperar su posición de liderazgo?