Los astrónomos han descubierto que el planeta más pequeño fuera del sistema solar, tiene tan sólo 1,4 veces el diámetro de la Tierra, pero está demasiado caliente para albergar vida tal como la conocemos.
El Telescopio espacial Kepler de la NASA detectó el planeta, llamado Kepler-10b, de manera indirecta al observar caídas regulares del brillo de su estrella, que se observan cuando el planeta cruza el disco de la estrella según la vemos desde la Tierra.
La caída en el brillo indica que el exoplaneta tiene tan sólo 1,4 veces el diámetro de la Tierra, con lo que destronar al anterior poseedor de este récord, CoRoT-7b, cuyo diámetro es 1,7 veces mayor que el de la Tierra.
El equipo utilizó telescopios situados en la Tierra para observar el bamboleo gravitacional que el planeta que provoca en su estrella madre. El estudio reveló que el planeta tiene 4,6 veces la masa de la Tierra.
La densidad de Kepler-10b es de 8,8 veces la del agua, lo que significa que debe estar compuesto casi completamente por roca y metal, al igual que la Tierra.
COROT-7b también puede ser un mundo rocoso. COROT-7b tendría la misma densidad que la Tierra, unas 5,5 veces la del agua. Pero esa medida es más incierta, por lo que su densidad podría ser mucho menor, con hasta un 50% de su masa formada por hielo de agua (1), explica el lider adjunto del equipo científico de Kepler, Natalie Batalha del Centro de Investigación Ames de la NASA.
Hay menos margen de maniobra para la densidad de Kepler-10b, explica Batalha.
La estrella en torno a la que gira Kepler-10b es muy similar en tamaño y masa al Sol. Pero el planeta orbita a menos del 4% de la distancia al Sol que Mercurio, por lo que la superficie del planeta está demasiado caliente para soportar vida tal como la conocemos. La intensa radiación de la estrella probablemente también evita que el planeta tenga atmósfera.
Una de las caras de Kepler-10b es probable que mire permanentemente a la estrella y lo caliente a unos 1400° C, "muy por encima de la temperatura de las coladas de lava de la Tierra", comenta Batalha. "En la cara diurna esperaríamos encontrar océanos de material fundido."
El cazador de planetas Geoffrey Marcy, de la Universidad de California en Berkeley, que no participó en este descubrimiento, comentó que es el "primer planeta rocoso" confirmado, que se ha encontrado fuera del sistema solar,.
Éste un hito importante en lo que respecta a encontrar planetas como la Tierra que puedan albergar vida, dijo Marcy Kepler-10b, y "será señalado como uno de los descubrimientos científicos más profundos en la historia de la humanidad".
Batalha anunció este resultado en una conferencia de prensa en Seattle, Washington, en una reunión de la Sociedad Astronómica Americana.
(1) Nota: desde su descubrimiento siempre se había afirmado la alta temperatura de COROT-7b, en torno a los 2200º C, choca bastante este comentario de la posible existencia de hielo en éste exoplaneta, ¿qué tipo de hielo aguanta 2200º C? la única posibilidad para que todo esto tenga algún sentido, es que se estén refiriendo al hemisferio nocturno de COROT-7b donde presumiblemente nunca luce el Sol. Sin embargo, parece existir de forma subyacente en todo, esto una disputa entre franceses (COROT) y nortemericanos (Kepler) para apuntarse el tanto.
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