Revista Psicología

Khalil Gibran: El Loco

Por Blogsmtenerife
Mi abuelo (maestro de los de antes) era un apasionado de la poesía y sabiduría del gran Khalil Gibran. El otro día leía una selección de sus poemas y escritos y me encontré con algunos que me parece pertinente compartir con ustedes en este espacio:
EL LOCO
Me preguntáis como me volví loco. Así sucedió:
Un día, mucho antes de que nacieran los dioses, desperté de un profundo sueño y descubrí que me habían robado todas mis máscaras -sí, las siete máscaras que yo mismo me había confeccionado, y que llevé en siete vidas distintas-; corrí sin máscara por las calles atestadas de gente, gritando:
-¡Ladrones! ¡Ladrones! ¡Malditos ladrones!
Hombres y mujeres se reían de mí, y al verme, varias personas, llenas de espanto, corrieron a refugiarse en sus casas. Y cuando llegué a la plaza del mercado, un joven, de pie en la azotea de su casa, señalándome gritó:
-¡Miren! ¡Es un loco!
Alcé la cabeza para ver quién gritaba, y por vez primera el sol besó mi desnudo rostro, y mi alma se inflamó de amor al sol, y ya no quise tener máscaras. Y como si fuera presa de un trance, grité:
-¡Benditos! ¡Benditos sean los ladrones que me robaron mis máscaras!
Así fue que me convertí en un loco.
Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser.
Pero no dejéis que me enorgullezca demasiado de mi seguridad; ni siquiera el ladrón encarcelado está a salvo de otro ladrón.
EL OJO
Dijo el Ojo un día:
"Más allá de esos valles veo una montaña envuelta en una niebla azulada. ¿Verdad que es hermosa?"
El Oído, que lo oyó, estuvo un largo rato escuchando y dijo:
"¿Dónde está esa montaña? Yo no la oigo."
Entonces habló la Mano:
"Estoy tratando de sentirla y de palparla, pero no encuentro ninguna montaña."
Y el Olfato aseguró:
"No hay ninguna montaña. Yo no la huelo."
Entonces el Ojo miró hacia otra parte y todos empezaron a comentar la rara alucinación sentida por el Ojo. Y dijeron:
"Al Ojo debe pasarle algo."
Publicado por César M. Estévez (Enfermero especialista en Salud Mental)

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