Los que me conocéis mejor y hace más tiempo, así como los que más atentos están al blog, sabéis que tengo un punto freaky-geek importantísimo que empieza con la primera vez que fui al cine, a ver Star Wars y continúa con años de acné, cortas, pero importantes tentativas de colocarme zapatos ortopédicos, ortodoncias, y de lecturas de demasiados comics de DC y Marvel, visionados de Aliens, etc... y de agradecimiento eterno por haber descubierto las maravillas de la noche y el sexo opuesto y haber salido de una carrera que me llevaba directito a ser como uno de los personajes de los que os voy a hablar. Kick Ass es, por lo visto - y perdonad mi ignorancia, pero como digo estoy en otra onda - un comic. Pero yo voy a hablar de la película, que es lo único que conozco.Cuando uno piensa que las pelis de superhéroes ya son excesivas y que ya han dado todo lo que tenían para dar y pensamos que el Spiderman de Raimi es una imbecilidad (Raimi, tanto que prometías) o que en Batman o Sin City se alcanzan finalmente, niveles de violencia deseables y aceptables, llega una película como esta, en la que se mezcla con bastante éxito un salvajismo atroz, con humor y dosis de realidad abrumadoras (la escena de la navajada es bastante ilustrativa). Para los que no conocen la historia, la primera persona de la historia es un joven estudiante de secundaria, geek, anodino, pero no marginado ni maltratado, con las hormonas saltando de sus venas. Es un joven normal. Una serie de circunstancias vitales, y ahí tenemos una bastante buena construcción de un personaje, lo que sorprende, visto el cine de la última década, entendemos su rabia y su deseo de elevación, que canaliza mediante los comics, hasta que, atracado por enésima vez, reflexiona sobre por qué no hay nadie que intente ser un héroe: Por qué todo el mundo es tan cobarde ante la injusticia?. Y ahí nuevamente disponemos de una reflexión social que no es tan banal como parece. El chaval decide en ese momento comprar un traje de neopreno verde con máscara incluída, y pasearse por la ciudad resolviendo crímenes. Descubrirá muy pronto que no es nada fácil y que el crimen es más horrendo que en los cuadraditos.Pero descubrirá también que no está sólo en su lucha y que incluso no es el único chiflado en vestirse locamente para luchar contra el crimen. Encontrará a Big Daddy, un Nicholas Cage de mediana edad, al que, a pesar de no estar en sus mejores días personales o interpretativos, agradecemos ver saliendo del agujero en que se había metido solito, y a Hit Girl, una niña de 10 años con un entrenamiento marcial envidiable, que le sacarán de apuros en más de una ocasión.A destacar:La interpretación de la joven preadolescente Chloe Moretz que, a sus 13 años no parece tener el más mínimo problema en alternan inocencia infantil con violencia y verbalidad extremas.El ritmo de la historia, que no nos deja pasar por momentos de descanso.El realismo que se deja ver entre cada costura del guión.La reflexión social y humana que plantea una historia aparentemente de entretenimiento. Por supuesto que los locos de siempre ya han puesto el grito en el cielo por el lenguaje, la violencia, usar adolescentes, etc... Porque, amigos, ya sabemos que lo que lleva a las personas a ejercer la violencia no es no su mala sangre (o ADN), su mala educación, su desesperación o el ser, como estamos siendo, conducidos propositadamente a la miseria. No. Lo que nos hace violentos es ver películas o leer libros.En fin, que la vayáis a ver antes de que decidan prohibir el género.