Si nos invitan a definir mentalmente los Estados Unidos, entre otras cosas, nuestro cerebro recurriría a las barras y estrellas, la Estatua de la Libertad, la hamburguesa, la satanización pistola en mano de las bebidas alcohólicas o expresiones tan made in USA como: "¿Quieres que hablemos de ello?" o "patear culos". Precisamente en íntima relación con la elegancia de esta última viene la película de estreno que nos atañe.
En Kick-Ass 2 (el sobrenombre de "con un par" podrían habérselo ahorrado en España) echamos nuevamente el vistazo a la original obra en cómic de Mark Millar y John Romita Jr., que posee al igual que su exitosa predecesora frescura, descaro, política de incorrección, acción bien hilvanada con coreografías de alto sentido estético y diálogos y situaciones muy, muy bestias. Precisamente ese mantenimiento de las fortalezas que convirtieron en un éxito rotundo la primera parte son ahora los motivos que nos vuelven a llevar al cine y a la vez la raíz de su debilidad; y es así porque todo ello acaba con el elemento sorpresa que impactó en su momento por ese estilo tan particular de enfocar el tan de moda mundo superheroico, esa visión burlona de los vigilantes con trajes ridículos y sin poderes (aquí sí que encaja decir lo de "con un par"…).
Ya sin "papá" Nicholas Cage, cuyo personaje abandonó drásticamente el barco al final de lo que se nos había relatado hasta ahora, la cinta enfoca toda su atención hacia Kick-Ass (interesante papel del joven Aaron Taylor-Johnson) y sobre todo hacia Hit Girl, que sigue siendo el personaje estrella en la piel de una radiante Chloë Grace Moretz notablemente más crecidita, que aporta al guión los elementos propios de la adolescencia.
Como no podía ser de otra forma, el factor antagónico reside en un antiguo (y delirante) enemigo que recordarán los que tengan fresca la trama en la memoria, con nuevo traje, nuevo y desafortunado nombre clave y, claro está, necesidad de venganza al uso que guía sus malévolos actos. Los combates, las dificultades y los planes maquiavélicos están servidos.
Los fieles lectores de la obra en viñetas quedarán satisfechos, los que buscan diversión sencilla y desparpajo irreverente también, y los que vieron (vimos) en Kick-Ass una apuesta seria por la ligereza de calidad con un toque de distinción seguramente quedarán con la sensación de que la falta de riesgo en esta segunda parte no hace honor al conjunto y vulgariza sin llegar a la decepción. Ahí lo dejo…
Dirección: Jeff Wadlow. Título original: Kick-Ass 2, AKA: Balls to the wall. País: USA. Duración: 103 min. Intérpretes: Aaron Taylor-Johnson (Dave / Kick-Ass), Chloë Grace Moretz (Mindy / Hit Girl), Christopher Mintz-Plasse (Chris D'Amico / El Hijoputa), John Leguizamo (Javier), Lyndsy Fonseca (Katie Deauxma), Lindy Boothe (Zorra Nocturna), Morris Chestnut (Sargento Marcus), Jim Carrey (Coronel Barras y Estrellas), Clark Duke (Marty), Donald Fison (Dr. Gravedad), Robert Emms (Hombre Insecto). Guión: Jeff Wadlow; basado en el cómic de John Romita Jr. y Mark Millar. Producción: Tarquin Pack, Matthew Vaughn, Brad Pitt, Adam Bohling, Dave Reid. Música: Henry Jackman y Matthew Margeson. Fotografía: Tim Maurice Jones. Vestuario: Sammy Sheldon.