Revista Regiones del Mundo

Kingston se sume en el caos

Por Antoniopampliega

Balas perdidas. Calles bañadas en sangre. Gritos. Desesperación. Muerte… Ese es el dantesco espectáculo en el que se han convertido las calles de la ciudad de Kingston (capital de Jamaica) desde que el país caribeño decidiera extraditar a Estados Unidos al narcotraficante Christopher Dudus Coke. Los enfrentamientos entran en su cuarto día y han dejado por el camino 49 muertos (casi todos civiles), más de un centenar de heridos y 200 detenidos.

El distrito de Tivoli Gardens, territorio donde podría ocultarse el capo Dudus, se ha convertido en un escenario de guerra. Barricadas cortan las principales vías de acceso a este barrio mientras varios helicópteros de la policía sobrevuelan las columnas de humo que salen de los neumáticos que arden en las calles para impedir a la policía sus labores de búsqueda. Los disparos y las explosiones se repiten mientras los enfrentamientos se incrementan en el corazón de la capital jamaicana…

Más de un millar de agentes buscan, puerta por puerta, a este capo del narcotráfico- considerado por Estados Unidos, el número uno de los narcos del mundo. Se le acusa de más de 1000 asesinatos y de traficar con cocaína y marihuana. Estados Unidos solicitó su extradición en agosto de 2009 y hasta ahora nadie había sido capaz de plantear una posible detención. De hecho Jamaica se negó a entregar a Dudus alegando que las pruebas en su contra se habían obtenido mediante escuchas ilegales. El Gobierno de Golding no estaba dispuesto a deshacerse de un poder fáctico al que debe mucho. Son notorios los contactos entre los políticos -tanto el Ejecutivo como la oposición- y algunas turbias organizaciones. El propio primer ministro, por ejemplo, fue elegido en la circunscripción en la que Coke ejerce su influencia. A cambio, empresas del líder narcotraficante han recibido contratos millonarios adjudicados por las administraciones públicas.Pero la operación para detener a Dudus ha salido mal y “el país se enfrenta a una crisis” como afirma el primer ministro Bruce Golding. "Este país está sitiado por criminales y ha llegado el momento de hacerles frente. Y este Gobierno está preparado para hacerles frente", ha avisado el ministro de Información, Daryl Vaz…

¿Pero quién es Christopher Dudus Coke? Estados Unidos dice de él que es el jefe de la organización Shower Posse (la banda de la ducha) y le hace responsable de un centenar de asesinatos durante las guerras de los narcotraficantes en los años ochenta. Además, y todo según Estados Unidos, estaría detrás de una red encargada de introducir cocaína y marihuana en Nueva York a cambio de armas de fuego."Es uno de los líderes narcotraficantes más peligrosos del mundo", según el departamento de Justicia de Estados Unidos.

Pero la versión cambia si se pregunta a los vecinos del mísero barrio de Tivoli Gardens por este peculiar vecino que se enfrenta a una cadena perpetua. Para ellos Dudus es un santo. Una especia de Robin Hood moderno que roba a los ricos para ayudar a los más pobres de este barrio de la capital jamaicana. Dudus reparte alimentos entre los más necesitados y ejerce de mediador en los conflictos que ocurren en su territorio e incluso ofrece ayudas a los servicios educativos y sanitarios con el dinero que obtiene con el narcotráfico. De hecho su carisma ha hecho que los propios vecinos de Tivoli le llamen Presidente o Boss (Jefe)… Muchos de esos vecinos son los que se están enfrentando con la policía. Serían capaces de dar su vida por salvaguardar a la única persona que se ha dignado en ayudarles.

Pero Dudus también tiene una cara oculta. Una cara que habla de su enriquecimiento traficando con drogas y armas. Su influencia es tal que ha gozado de inmunidad y protección por parte del gobierno jamaicano hasta la semana pasada cuando Estados Unidos volvió a exigir su extradición… Mientras la sangre sigue tiñendo las calles.


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