Leemos el artículo " ¿De qué se trata el Kintsugi? La filosofía de vida que revalida las heridas del alma " y compartimos algunas ideas:
- El Kintsugi es una centenaria técnica japonesa que consiste en reparar piezas de cerámica rotas; esta práctica sostiene que no tiene sentido ignorar las heridas, lavarlas o disimularlas. Por el contrario, revaloriza la belleza de las cicatrices: las roturas forman parte de la historia del objeto, lo hacen único y definen su identidad.
- El proceso de sanación emocional deja marcas, cicatrices que bien pueden dejarse a la vista u ocultarse con recelo.
- El valor está en la imperfección, en el desgaste.
- Bajo la premisa del Kintsugi, un cuenco destrozado podrá ser ornamentado con encaje y la unión de los fragmentos ser unida con barniz espolvoreado de oro, plata o platino. En el Kintsugi, la etapa de secado es clave para la recomposición del objeto porque es justamente lo que garantiza su solidez y durabilidad.
- En los procesos emocionales es el duelo el que da cuenta del procedimiento de cicatrización. Que la pérdida se entienda y todo el psiquismo se reorganice no es algo que suceda de un momento a otro.
- Tener un ideal de perfección suele impedir que la herida cicatrice porque se juegan el orgullo y la vergüenza, cuando en realidad todos vivimos de roturas e imperfecciones.
- Si pudiéramos "ecografiar" nuestro corazón emocional veríamos que se parece más a una red arañada y rugosa que a una loza aterciopelada.
- Equivocadamente, a veces pensamos que si mostramos nuestra vulnerabilidad, si dejamos traslucir nuestros sentimientos no tan positivos la gente no va a querernos, cuando el efecto que provoca mostrarnos de manera genuina es el contrario.
- Somos seres empáticos. Cuando yo me abro, al otro se le activan también sus propias heridas, especialmente las que traemos desde la primera niñez, como el miedo al abandono o a la falta de aprobación.
- El imperativo de la alegría permanente y el goce fugaz y cortoplacista aniquila toda posibilidad de cura emocional.
- La felicidad, aunque pueda sonar pesimista, es una consecuencia de las decisiones que tomamos y de haber entrado a los lugares donde entramos.
- El sufrimiento (con sus múltiples rostros: pesar, dolor, molestia, malestar, incomodidad) es la característica primaria de toda existencia.
- Si nos duele tenemos derecho a que nos duela y nadie puede decirnos cuánto ni por qué duración debe dolernos.
- La aceptación, el dejar ir, el optimismo nos dejan listos para recomenzar. Lleva tiempo. Bien invertido.