Un mes más de nuevo fiel a la cita que tengo con mi grupo de compañeras viajeras y reposteras. Este mes el reto que nos propone Isabel de Gotas de Azúcar y Vainilla tiene su destino en Minsk, capital de Bielorrusia, uno de los países europeos más desconocidos, al menos turísticamente hablando.
Bielorrusia es el país menos visitado de Europa quizás esto sea debido a la catástrofe de la Central Nuclear de Chernóbil cuya contaminación aún está presente en el sureste del país. A pesar de todo es un país con infinidad de ríos y lagos, parques nacionales y zonas protegidas, que cuenta con una naturaleza aún virgen y que es perfecto para practicar deporte al aire libre
Su capital Minsk aunque fue prácticamente destruida durante la Segunda Guerra Mundial, cuenta con numerosos lugares de interés. Podemos pasear por la avenida principal, el Skakiny prospect hasta la Plaza de la Independencia. Al oeste se encuentra situado el Casco Viejo de la ciudad donde podemos encontrar la Catedral de San Dukhavski.
Tampoco hay que dejar de visitar el Memorial de Katyn, la Catedral de la Santa Trinidad, el Museo del Folclore de Dudutki o las catedrales de San Pedro Pablo y Maryinski, ubicadas en el pintoresco barrio de Troitskoïé Prédméstié
La gastronomía de Bielorrusia es muy similar a la de sus países vecinos Letonia, Lituania Polonia, Ucrania y Rusia. En la cocina se utilizan mucho el yogur, el queso, la mantequilla y la crema agria, tanto para acompañar como para cocinar los alimentos.
Bielorrusia es un gran consumidor de patatas es por ello que existen más de doscientos platos preparados con ellas como "Kleski" o masa de patata rellena, "las Babka" plato de patatas ralladas, huevo, cebolla y panceta que se sirve con nata agria o "el Kolduny" o especie de raviolis de patata rellenos de carne o champiñones.
Las sopas son también muy importantes, la más famosa es "el Borchtch" de remolacha y carne, la sopa de champiñones, "Zhur" o sopa de avena, "Polivka" con cereales y verduras o "Morkva" que es una sopa hecha con zanahorias. También son famosas las ensaladas y ensaladillas acompañadas de mayonesa y crema agria (smetana) y en las que no sólo se añaden verduras, sino también arenques y pollo.
Asimismo la carne es muy importante, en especial el cerdo, aunque también comen aves, vacuno, cordero y caza. Algunos platos típicos son "Kumpyachok" o jamón cocido ahumado, "Pyachysta" o cochinillo estofado con patatas y verduras o "Tushanka", carne asada con champiñones. El pescado se come en menor cantidad aunque son muy famosos los arenques.
En cuanto a postres se refiere, en Bielorrusia hay mucha afición a utilizar las frutas del bosque en ellos para hacer compotas o "Kissel o Kisiel" que es la receta que yo he elegido y que es una especie de sopa dulce de frutos rojos acompañada de nata agria. También son muy populares las tortitas con queso, las "Peras a la Radziwill", asadas con miel y especias. el "Solodukha" o masa de centeno malteado con frutos del bosque o las manzanas asadas con miel.
Salvando las diferencias, la receta que hoy os traigo me recuerda un poco a aquella sopa de moras típicamente irlandesa que preparé en otro de los viajes del reto #ReposterasPorEuropa.
Pero ya no me enrollo más y paso a contaros como he preparado este postre, nuevamente utilizando fresas, ya que estamos en plena temporada y hay que aprovechar.
KISIEL DE FRESAS
INGREDIENTES (para 3 copas)- 350 gr. de fresas
- 250 ml. de agua
- 3 cucharadas de azúcar
- 3 cucharadas de almidón de maíz o Maizena
- Frutas del bosque (fresas, frambuesas, arándanos, etc.) y hojas de menta (para decorar)
ELABORACIÓN
Lavamos las fresas y las troceamos. Las ponemos en un procesador de alimentos con media taza de agua y las trituramos hasta que quede una crema suave. También podemos hacerlo con la batidora de brazo.
Pasamos la crema de fresas por un colador fino para eliminar todas las semillas.
Ponemos la crema en un cazo y añadimos el azúcar. Cocinamos a fuego lento unos 8 minutos.
En un vaso mezclamos la otra media taza de agua con la Maizena revolviendo para que la mezcla no tenga grumos. Añadimos a la crema de fresas mientras que revolvemos de manera constante y cocinamos durante 3 minutos más hasta que la crema espese.
Vertemos la crema en recipientes individuales o copas. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y después los metemos en el frigorífico hasta el momento de servir.
Decoramos con frutas del bosque (fresas, frambuesas, arándanos) y unas hojas de menta.
Como veis, una receta la mar de sencilla y rápida de preparar. Lo único que tenéis que tener un poco de paciencia para que se enfríe y tomarla fresquita que está mucho más buena.
Podéis sustituir las fresas por cerezas, arándanos, moras.... Y decorarla no sólo con frutas del bosque, sino también añadiendo almendras fileteadas, granola...
Ya van quedando pocos destinos europeos que visitar en estos viajes reposteros que hacemos mensualmente. Pero siempre es un placer ver lo que han preparado mis compañeras de viaje. Disfruto mucho descubriendo no solo la gastronomía de los países que visitamos, sino también muchas curiosidades que de otra manera quizás no hubiera conocido.