Esta es la historia de un fotógrafo, Alfonso Calza, que harto de ver la suciedad y la desolación que azota la calle donde tiene su estudio decidió poner en marcha un proyecto para transformar una calle gris de Valencia en La calle de colores del Carmen.
El artista tiene su estudio en la calle Moret de Valencia, una calle sin tráfico, cerrada y en pleno corazón del Carmen de Valencia donde hay muchos bares y locales que hacen del barrio un lugar bohemio y maravilloso para pasear y pasar muy buen rato. Pero con una cara oscura que es la que encuentran los vecinos de la zona que pagan las consecuencias de las noches festivas en este barrio.
Lo que encontraba Alfonso Calza al llegar al estudio cada mañana era suciedad, orín, paredes descuidadas, cubos de basura y papeleras completamente desatendidos… Un paisaje fruto de la dejadez y el “pasotismo”. Con el fin de ponerle fin a esta situación, el fotógrafo propuso devolverle la luz y el color a este rincón. Para ello conjugó la pintura, el graffity y la fotografía en esos 60 metros lineales que necesitaban recobrar su identidad.
En la actual calle de los colores se recrean algunas de las fotos que el fotógrafo puso a disposición de los artistas Zingaro, Deih, Capiflez y Luis Lonjedo.
El movimiento de La calle de colores se puede seguir a través de diversas redes sociales. Pues todo el que quiera ir y fotografiarse es bienvenido e invitado a formar parte de esta iniciativa. De entre todas las pinturas destaca la recreación de esta fotografía:
Todo aquel que lo desee puede fotografiarse ante esta pintura de la calle Moret de Valencia y sumarse a la campaña para identificar a los dos jóvenes que en ella se besan
Una campaña tras otra hacen ver que el arte está muy vivo, que el arte callejero no es vandalismo si no proyecto de mejora y ambición por compartir, sumémonos y hagamos eco del talento y la iniciativa de artistas como Alfonso Calza.
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