Cuando se habla de tenis a uno automáticamente se le viene a la mente la caballerosidad, el talento, el orgullo, el respeto. El tenista Daniel Koellerer parece que se salteó todos estos pasos en el manual del tenista, ya que el austriaco en el año 2011 fue sancionado de por vida por la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) por amañar partidos en los que participaba, además de enriquecerse en casas de apuestas deportivas mediante intermedios.
La multa de 100.000 dólares, más la suspensión de por vida fue a causa de intentar manipular el desarrollo de un partido, y la segunda, pedirle a un jugador que “se tire para atrás” durante un encuentro. La tercera, según la información de la Unidad de Integridad del Tenis, pasó por “solicitar, ofrecer o entregar dineros, beneficios o consideración a otra persona para influir negativamente en el rendimiento de jugadores”.
“Crazy Dani” (El Loco Dani), como lo apodaban los jugadores del circuito, tuvo inconvenientes con gran parte de sus rivales con los cuáles le tocaba competir. El argentino Juan Martin Del Potro lo vivió en carne propia cuando en tercera ronda del US Open lo tocó enfrentar en un apasionante partido que luego ganaría Del Potro en cuatro sets. Al finalizar el encuentro, Koellerer agredió verbalmente al argentino que se retiró llorando de la cancha.
El tenista Italiano Federico Luzzi también fue una de las victimas de Koellerer, pero esta vez la agresión fue física, al igual que el español Nicolás Almagro que recibió insultos por parte del austriaco luego de un partido y éste fue suspendido por seis meses.
Koellerer no podrá participar de ningún torneo o competición organizada por alguna de las instituciones profesionales del tenis. Le salió caro su temperamento.
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