Dentro de la irregular, mediocre, aburrida y a ratos estomagante película colectiva Cuentos eróticos, proyecto en el que un puñado de jóvenes (para entonces) directores españoles, presentados por Luis García Berlanga, filman nueve historias que cuentan con el sexo y el erotismo como temática común, destaca la pieza de Fernando Colomo, Köñensonaten, hilarante parodia del cine de Ingmar Bergman, cineasta de culto para aquella generación, que es emulado aquí con mucha sorna por un Colomo que pocas veces antes y después ha rayado a tanta altura en agudeza humorística. Colomo pervierte a la perfección los temas, las estéticas, la realización, los diálogos y las situaciones del gran director sueco para confeccionar un fragmento impagable que es, sin lugar a dudas, lo más rescatable de una película anodina.