Kong: isla Calavera (Kong: Skull island, Jordan Vogt-Roberts, 2017. EEUU)

Kong: Skull island (Jordan Vogt-Roberts, 2017. EEUU): modélico, atrevido y grandilocuente ejemplo, cien por cien mainstream huelga decir (aunque el vigor con el que filma el casi debutante director le augura una más que prometedora carrera), de aventura, acción y ciencia-ficción como los de antaño. Este cuarto acercamiento al mito de King Kong, el cual no se apoya en las anteriores versiones de la historia del simio gigante -que por cierto aquí es precisamente eso…gigante- toma un nuevo e interesantísimo rumbo, ambientándose en los fascinantes últimos coletazos del conflicto de Vietnam. Revisión de la célebre figura fantástica, como parte de este monster reboot que está emprendiendo la Warner, iniciado hace unos años con el simplemente cumplidor Godzilla de Gareth Edwards, y que debería terminar por enfrentar, tarde o temprano, a los dos colosos en un proyecto qué menos que mastodóntico. Unos científicos liderados por John Goodman, más una fotógrafa (Brie Larson) y un mercenario (Tom Hiddleston) consiguen financiación para explorar una remotísima isla del Pacífico, siendo escoltados allí por un grupo de militares que creen que todavía no han perdido la guerra, comandados por un Samuel L. Jackson que parece una mezcla del John Rambo de Stallone y el Dutch del Schwarzenegger de Depredador. Pero lo que encontrarán allí desafiará a toda lógica, empezando por la criatura del título pero también multitud de bichos gigantes, dando evidencia al oscuro y secreto propósito de la misión de Goodman: demostrar que los monstruos existen. Un constantemente inspirado uso del plano panorámico, recogiendo imponentes imágenes usando la salida y la puesta de sol, acompañado de un ritmo que nunca decae, compensan la poca densidad de todos y cada uno de los personajes. El aspecto del gorila es sencilla y aterradoramente real. Un film para disfrutar, si se tiene la oportunidad, en más de las dos dimensiones tradicionales.  Es Jurassic Park más Rambo y alguna que otra gota de Apocalypse now. Y la banda sonora es estupenda.