OBRAS
KUSY KAWSAY · 10/1/2020
Este proyecto nace como un planteamiento académico a David Guambo, estudiante de arquitectura al que se le propuso resolver una necesidad propia.
Una trayectoria estudiantil forzada y la lejanía de la escuela de las montañas, lugar en el que vive Guambo, habían hecho que desarrollase hábitos que perjudicaban el descanso de los demás. No contar con un espacio privado y exclusivo que le permitiera trabajar y practicar su hobbie, la música, fue el punto de partida de este proyecto.
Vista exterior desde la ladera. Fotografía: JAG Studio, Henry Toapanta
La comunidad donde se encuentra históricamente es un asentamiento indígena con técnicas constructivas ancestrales que han ido desapareciendo en el tiempo. Uno de los objetivos principales del proyecto fue recuperar estos sistemas, al generar un intercambio de experiencia entre la habilidad nata de los habitantes de la comunidad y los conocimientos adquiridos en la escuela, demostrando que se puede generar vida con lo que ha sido ignorado por la generación actual.
Construcción de la estructura. Fotografía: JAG Studio, Henry Toapanta
Se aprovecharon las cualidades del lugar y las vistas hacia un paisaje muy singular. Para ello, la disposición sobre una ladera de pendiente pronunciada generaba un espacio cubierto de descanso para los trabajadores del campo, mientras que sobre él, se crea un espacio íntimo en el que desarrollar la creatividad.
Construcción de la cubierta. Fotografía: JAG Studio, Henry Toapanta
Para su construcción se utilizaron elementos reciclados y materiales constructivos locales como madera, el bahareque —sistema constructivo a partir de cañas entretejidas recubiertas por barro— y la paja, tomada de los mismos páramos del lugar.
Vista interior. Fotografía: JAG Studio, Henry Toapanta
El resultado fue un lugar que invita a trabajar la creatividad sin limitaciones, alejado de todos y disfrutando de un paisaje natural que de paso a la inspiración.