A veces hay que darse un gusto. Sobre todo, cuando los días pasan, cada vez más cortos y más ocupados, y buscar un momento agradable es fundamental.
Eso es el té en el Alvear. Irse a otro mundo por 2 horas, mientras no paran de servir cosas ricas, con una excelente selección de tés, en un lugar sacado de un cuento.
Empezamos con los scones tibios con unos dulces riquísimos, luego los finger sandwich y piezas dulces.
En la parte de elección, optamos por hacerle honor al hotel: elegimos el blend Alvear para el té, y un lemon pie con base de chocolate y pistachos característica del lugar.
Como hay cosas que hay que hacer aunque sea una vez en la vida, aprovechamos la promo del servicio de té, y nos dimos un gran gusto!